Qué saber sobre la insulina y el aumento de peso

La terapia con insulina, un tratamiento común para la diabetes, puede hacer que las personas aumenten de peso. Las personas que toman insulina pueden controlar su peso con ciertas estrategias de dieta y estilo de vida.

La insulina es una hormona que regula los niveles de glucosa en sangre. Otro nombre para esto es azúcar en sangre. La hormona actúa ayudando a las células del cuerpo a absorber la glucosa.

La insulina provoca un aumento de peso cuando las células absorben demasiada glucosa y el cuerpo la convierte en grasa.

En este artículo, analizamos este efecto y exploramos la relación entre la diabetes y el peso. También damos consejos para evitar el aumento de peso relacionado con la insulina.

El vínculo entre la insulina y el peso

La terapia con insulina puede hacer que una persona aumente de peso.

La insulina juega un papel en la regulación de los niveles de azúcar en sangre y en la conversión de la energía de los alimentos en grasa. También ayuda a descomponer las grasas y las proteínas.

Durante la digestión, la insulina estimula las células de los músculos, la grasa y el hígado para que absorban la glucosa. Las células utilizan esta glucosa para obtener energía o la convierten en grasa para su almacenamiento a largo plazo.

Comer más calorías de las que el cuerpo necesita provocará niveles excesivos de glucosa. Si las células no eliminan la glucosa de la sangre, el cuerpo la almacenará en los tejidos como grasa.

Cuando una persona toma insulina como terapia para la diabetes, su cuerpo puede absorber demasiada glucosa de los alimentos, lo que resulta en un aumento de peso.

La diabetes no tratada puede causar pérdida de peso porque el cuerpo no convierte los alimentos en energía correctamente. Tomar insulina resuelve este problema. Es por eso que las personas pueden notar un aumento de peso cuando comienzan a tomar insulina.

Diabetes y aumento de peso.

El aumento de peso es un síntoma común de la diabetes y otras afecciones médicas relacionadas con la insulina.

En comparación con las personas que no tienen diabetes, los adultos jóvenes con diabetes tipo 1 tienen un mayor riesgo de desarrollar exceso de peso u obesidad.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2003, el 90 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad.

Las personas que tienen diabetes pueden experimentar un aumento de peso como efecto secundario de la terapia con insulina. Aunque la insulina ayuda a regular sus niveles de glucosa, también promueve el almacenamiento de grasa en el cuerpo.

Reducir el exceso de peso corporal puede ayudar a las personas a controlar los síntomas de la diabetes e incluso a revertir la prediabetes y la resistencia a la insulina.

Consejos para evitar el aumento de peso con insulina

Las personas que toman insulina para controlar sus niveles de glucosa pueden experimentar un aumento de peso. Sin embargo, las personas no deben dejar de tomar insulina ni saltarse dosis, ya que esto puede causar complicaciones a largo plazo.

Las formas efectivas de evitar el aumento de peso relacionado con la insulina incluyen:

Seguimiento de calorías

Las personas que tienen diabetes a menudo se concentran en controlar su ingesta de carbohidratos. Sin embargo, es igualmente importante realizar un seguimiento del consumo total de calorías.

Comer demasiadas calorías puede provocar niveles excesivos de glucosa en sangre y un mayor almacenamiento de grasa. Esto puede ser especialmente cierto mientras se toma insulina.

Medir previamente las porciones y llevar un registro de alimentos puede evitar que una persona ingiera más calorías de las que su cuerpo necesita. Con el tiempo, las personas aprenden qué tamaños de porciones funcionan mejor para ellos y ya no necesitan medir y rastrear su ingesta de alimentos.

Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio regular mantiene el cuerpo sano y fuerte. También ayuda a quemar calorías, regula los niveles de glucosa en sangre y promueve la pérdida de grasa.

La OMS recomienda que los adultos de entre 18 y 64 años intenten realizar al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana.

Los hallazgos de una revisión reciente sugieren que los programas de ejercicio estructurados podrían ofrecer beneficios significativos para las personas que tienen resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.

Trabajar con un equipo de atención médica

Los proveedores de atención médica pueden compartir valiosos recursos con personas que luchan por mantener un peso corporal saludable.

Las pautas de la Asociación Estadounidense de Diabetes de 2019 establecen que "No existe un patrón de alimentación único para todas las personas con diabetes, y la planificación de las comidas debe ser individualizada".

Los dietistas registrados (RD) pueden asesorar a las personas sobre qué alimentos comer y evitar según su estado de salud actual y sus objetivos. Los RD pueden incluso desarrollar planes de alimentación personalizados.

Los proveedores de atención médica también pueden recomendar formas para que las personas mejoren su salud al tiempo que reducen el riesgo de desarrollar enfermedades, como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Pueden analizar los niveles de glucosa e insulina de las personas, así como sus perfiles de lípidos. Estas pruebas pueden dar a las personas una idea de su estado de salud general. Las personas pueden utilizar esta información para realizar un seguimiento de su progreso hacia el logro de sus objetivos de salud.

Alimentos para comer

Llevar una dieta sana y equilibrada puede ayudar a prevenir el aumento de peso.

Ciertos alimentos pueden ayudar a prevenir el aumento de peso. Desarrollar un plan de alimentación con un equilibrio de alimentos nutritivos puede ayudar. Habla con un nutricionista sobre esto, si es posible.

Los alimentos sin procesar de alta calidad contienen menos azúcar y grasa agregadas. Estos alimentos aumentan la sensación de saciedad y ayudan a evitar comer en exceso.

Los alimentos para comer incluyen o contienen:

  • cereales integrales
  • verduras
  • frutas
  • yogur
  • grasas saludables, como aguacates, nueces y aceites vegetales

Los alimentos que se deben evitar incluyen o contienen:

  • carbohidratos refinados
  • alimentos envasados ​​o procesados
  • azúcares añadidos
  • grasas trans

Resumen

La insulina juega varios roles esenciales en el cuerpo. Regula los niveles de glucosa en sangre, promueve el almacenamiento de grasa e incluso ayuda a descomponer las grasas y las proteínas.

Sin embargo, el exceso de insulina, debido a la resistencia a la insulina o al tomar medicamentos para la diabetes, puede provocar un aumento de peso.

Las personas pueden utilizar cambios en la dieta y el estilo de vida para prevenir el aumento de peso relacionado con la insulina. Hacer ejercicio con regularidad y comer alimentos no procesados, como frutas, verduras y cereales integrales, puede ayudar a prevenir el almacenamiento excesivo de grasa.

Para cualquier persona que tenga dificultades para mantener un peso corporal saludable después de realizar cambios en la dieta y el estilo de vida, puede ser una buena idea consultar a un proveedor de atención médica. Pueden ofrecer una guía valiosa para las personas que intentan mantener o perder peso.

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