Cómo tu imaginación puede ayudarte a superar tus miedos

En tu imaginación, puedes hacer cualquier cosa. ¿Montar un dragón? Pedazo de pastel. La imaginación es lo que alimenta la creatividad y nos permite encontrar soluciones innovadoras. Una nueva investigación que evalúa los escáneres cerebrales muestra que nuestra imaginación también puede ayudarnos a deshacernos de nuestras ansiedades y miedos.

Tu imaginación es una herramienta poderosa que puedes utilizar para superar tus miedos.

Nuestra imaginación es una herramienta increíblemente útil. Puede calmarnos durante tiempos difíciles y ayudarnos a resolver problemas, crear cosas nuevas y considerar posibles cursos de acción.

Algunos investigadores han argumentado que nuestra imaginación, que nos da la capacidad de considerar diferentes escenarios, es el núcleo de lo que hace a los humanos diferentes del resto del reino animal.

Además, la investigación existente ha sugerido que lo que imaginamos puede afectar nuestra mente y nuestro cuerpo de formas muy concretas.

Por ejemplo, un estudio que la revista ciencia psicológica publicado en 2009 encontró que cuando imaginamos haciendo algo, nuestras mentes y cuerpos anticipan la acción imaginada como si fuera una acción real.

Los resultados de otro estudio, que apareció en Biología actual en 2013, sugieren que imaginar que escuchamos ciertos sonidos o vemos formas particulares puede cambiar la forma en que percibimos el mundo en tiempo real.

Una nueva investigación realizada por un equipo de la Universidad de Colorado Boulder y la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai en Nueva York, NY, ahora demuestra que lo que imaginamos puede parecer tan real para nuestro cerebro como las experiencias reales.

Como explican los investigadores en su artículo de estudio, que aparece en la revista Neurona, podemos aprovechar los "poderes mágicos" de nuestra imaginación para ayudarnos a superar los miedos persistentes y los trastornos de ansiedad.

“Esta investigación confirma que la imaginación es una realidad neurológica que puede afectar nuestro cerebro y nuestro cuerpo de formas importantes para nuestro bienestar”, dice el profesor Tor Wager, coautor principal del estudio.

El poder de lo que imaginas

Cuando se trata de ayudar a las personas a abordar sus fobias o trastornos de ansiedad, los psicólogos pueden recomendar una "terapia de exposición". Este enfoque tiene como objetivo desensibilizar a una persona a los estímulos que desencadenan una respuesta de miedo exponiéndola repetidamente a estos estímulos en un entorno completamente seguro.

Esto puede ayudar a una persona a disociar esos estímulos de una sensación de amenaza y consecuencias negativas inminentes.

En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron una resonancia magnética funcional para escanear los cerebros de los participantes y evaluar la actividad cerebral tanto en situaciones reales como imaginarias que implican desencadenantes desagradables. El objetivo era ver si la imaginación puede ayudarnos a descartar asociaciones negativas y de qué manera.

"Estos hallazgos novedosos cierran una brecha de larga data entre la práctica clínica y la neurociencia cognitiva", señala la autora principal del estudio, Marianne Cumella Reddan, estudiante de posgrado en el Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Colorado Boulder.

“Este es el primer estudio de neurociencia que muestra que imaginar una amenaza puede alterar la forma en que se representa en el cerebro”, agrega.

En el estudio actual, el equipo de investigación reclutó a 68 participantes sanos, a quienes condicionaron para asociar un sonido particular con recibir una descarga eléctrica que era incómoda pero no dolorosa.

Luego dividieron a los participantes en tres grupos. Para los del primer grupo, los investigadores tocaron el sonido que los participantes ahora asociaban con una experiencia física desagradable.

Los del segundo grupo tenían que imaginarse escuchar el mismo sonido en su lugar, mientras que los del tercer grupo, los controles, tenían que imaginar sonidos agradables, como el trino de los pájaros y el repiqueteo de la lluvia. Ninguno de los participantes recibió más descargas eléctricas.

Imaginar una amenaza repetidamente puede ayudar

Mientras los voluntarios escuchaban el sonido desencadenante, lo imaginaban o imaginaban un sonido agradable, los investigadores evaluaron su actividad cerebral mediante una resonancia magnética funcional. El equipo también midió sus respuestas fisiológicas colocando sensores en su piel.

Los investigadores encontraron que la actividad cerebral era muy similar en los participantes que realmente escucharon el sonido amenazador y en los que solo imaginaban escucharlo.

En todos estos voluntarios, la corteza auditiva (la región del cerebro que procesa el sonido), el núcleo accumbens (asociado con el miedo aprendido) y la corteza prefrontal ventromedial (que indica la exposición al riesgo) se activaron.

Sin embargo, después de que los participantes escucharon o imaginaron escuchar repetidamente el sonido de activación sin recibir la descarga eléctrica esperada, dejaron de tener miedo. El proceso había extinguido la asociación entre ese sonido y una experiencia desagradable. Este fenómeno se conoce como "extinción".

En el grupo de control, en el que los participantes solo habían imaginado sonidos agradables, otras regiones del cerebro se iluminaron en las resonancias magnéticas funcionales, y la asociación negativa entre el sonido desencadenante y la descarga eléctrica nunca desapareció.

“Estadísticamente, la exposición real e imaginaria a la amenaza no fue diferente en todo el nivel del cerebro, y la imaginación funcionó igual de bien”, explica Reddan.

“Creo que mucha gente asume que la forma de reducir el miedo o las emociones negativas es imaginar algo bueno. De hecho, lo que podría ser más efectivo es exactamente lo contrario: imaginar la amenaza, pero sin las consecuencias negativas ”.

Prof. Tor Apuesta

Puedes "actualizar" los malos recuerdos

Los investigadores también sugieren que, gracias al poder de la imaginación, es posible que incluso podamos "revisar" y "actualizar" los recuerdos que son desagradables o inútiles.

“Si tienes un recuerdo que ya no te es útil o te está paralizando, puedes usar la imaginación para aprovecharlo, cambiarlo y consolidarlo, actualizando la forma en que piensas y experimentas algo”, dice Reddan.

Sin embargo, lo vívida que sea cada una de nuestras imaginaciones puede afectar el resultado de tales experimentos. Por lo tanto, explican los investigadores, aquellos con una imaginación particularmente vívida pueden beneficiarse más de "manipular" asociaciones desagradables, mientras que aquellos con imaginaciones menos activas pueden no ver mucha diferencia.

Existe una necesidad real de más investigación sobre los poderes de la imaginación, dicen los investigadores, pero los hallazgos actuales enfatizan una cosa: a saber, que no debemos subestimar el efecto de lo que imaginamos.

“Maneja tu imaginación y lo que te permites imaginar”, anima el profesor Wager. “Puede usar la imaginación de manera constructiva para dar forma a lo que su cerebro aprende de la experiencia”, agrega.

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