Diez signos de diabetes no controlada

La diabetes puede afectar la calidad de vida de una persona y, si los niveles de glucosa en sangre permanecen altos, también puede ser potencialmente mortal. Controlar los niveles de azúcar en sangre puede reducir el riesgo de complicaciones.

Las personas que no controlan su diabetes corren el riesgo de tener un nivel de glucosa en sangre peligrosamente alto. Esto puede desencadenar una cascada de síntomas, que van desde cambios de humor hasta daños en los órganos.

El diagnóstico de diabetes tipo 1 generalmente ocurre en la niñez. En este tipo, los científicos creen que el sistema inmunológico ataca las células productoras de insulina en el páncreas y el páncreas ya no puede producir insulina. Los síntomas suelen aparecer de repente.

La diabetes tipo 2 es más común después de los 45 años y los síntomas aparecen gradualmente. Muchas personas no saben que tienen diabetes tipo 2, por lo que no toman medidas para controlarla. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no puede utilizar la insulina correctamente. Con el tiempo, puede dejar de producir insulina.

Los problemas de insulina pueden hacer que una persona tenga demasiada azúcar en la sangre y esto puede resultar en una serie de complicaciones.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que, en 2015, casi el 25 por ciento de las personas con diabetes en los Estados Unidos no sabían que tenían la afección.

Una persona que reconoce los signos y síntomas puede obtener un diagnóstico temprano y tomar medidas para evitar que surjan complicaciones.

Los siguientes son 10 signos de que una persona necesita ayuda con su tratamiento para la diabetes. Cualquiera que los experimente debe consultar a un médico de inmediato.

Glucosa en sangre alta

La indicación más clara de diabetes no controlada es una lectura alta de glucosa en sangre.

Las lecturas altas de glucosa en sangre son la señal más obvia de que la diabetes necesita atención.

Cuando una persona elabora su plan de tratamiento con su médico, el médico le informará sobre sus niveles de glucosa objetivo. Estos pueden variar entre personas.

La Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA) señala que los niveles saludables de azúcar en sangre suelen ser:

  • antes de las comidas: 70-130 mg / dl
  • dos horas después de comer: menos de 180 mg / dl

El uso correcto de medicamentos para la diabetes y los cambios en el estilo de vida generalmente pueden llevar la glucosa en sangre dentro de los límites objetivo.

Si la glucosa en sangre permanece demasiado alta, o si aumenta constantemente, la persona debe hablar con su médico, ya que es posible que deba ajustar su plan de tratamiento.

Infecciones frecuentes

Los niveles altos de azúcar en sangre pueden aumentar la susceptibilidad de una persona a las infecciones. Una persona debe consultar a un médico si comienza a tener infecciones más frecuentes o si tarda más en recuperarse de una herida o infección que antes.

Un estudio publicado en 2012 señala que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de:

  • infecciones de la piel, como celulitis o úlceras, especialmente en los pies
  • infecciones del tracto urinario, incluida la cistitis
  • infecciones bucales y gastrointestinales
  • infecciones del tracto respiratorio, como tuberculosis (TB) y gripe
  • infecciones por hongos, por ejemplo aftas
  • infecciones de oído

La levadura se alimenta de azúcar, por lo que la combinación de inmunidad disminuida y niveles altos de glucosa en sangre hace que las personas con diabetes estén particularmente en riesgo de contraer infecciones frecuentes por hongos.

Las infecciones que ocurren con la diabetes tardan más en sanar y pueden empeorar más rápidamente que en otras personas. Sin un tratamiento oportuno, puede desarrollarse sepsis, una complicación potencialmente mortal.

Las úlceras, por ejemplo en el pie, pueden provocar la muerte del tejido y posiblemente la necesidad de amputación.

Las personas deben controlar regularmente los cambios en la piel y buscar ayuda médica tan pronto como tengan algún signo de infección.

Obtenga más información aquí sobre por qué las personas con diabetes deben tener especial cuidado con sus pies.

Aumento de la micción

La micción frecuente, o poliuria, es un signo común de diabetes tipo 1 y tipo 2. La poliuria ocurre cuando una persona orina al menos 3 litros por día.

Esto sucede porque el cuerpo intenta eliminar el exceso de glucosa de la sangre. Cuando los niveles de azúcar son altos, las personas también beben con más frecuencia, lo que hace que produzcan más orina.

¿Qué significa si está orinando más de lo habitual? Haga clic aquí para obtener más información.

Aumento de la sed

Una persona con polidipsia puede experimentar mareos, sequedad crónica de la boca y sed extrema.

Las personas con diabetes a veces experimentan polidipsia, una forma extrema de sed.

Esto es común en la diabetes tipo 1 y también puede ocurrir con la tipo 2 cuando los niveles de azúcar en sangre son muy altos.

El nivel alto de glucosa en sangre puede provocar deshidratación y sed, y puede reducir la capacidad del cuerpo para absorber agua.

Una persona puede experimentar:

  • una abrumadora necesidad de agua
  • una boca crónicamente seca
  • mareo

Incluso cuando una persona bebe más líquidos, puede ocurrir deshidratación.

Cetoacidosis diabética

La deshidratación puede contribuir a la cetoacidosis diabética (CAD), una emergencia potencialmente mortal que puede surgir cuando el cuerpo no puede acceder a la glucosa para obtener energía y, en su lugar, comienza a descomponer la grasa.

Las cetonas son un subproducto de este proceso. A medida que se acumulan en la sangre, pueden hacer que la sangre sea demasiado ácida.

Los síntomas de la CAD incluyen:

  • mareo
  • náuseas y vómitos
  • Confusión
  • dolor abdominal
  • aliento con olor a fruta
  • pérdida del conocimiento y posiblemente coma diabético

Las personas con diabetes que experimentan síntomas de CAD necesitan atención médica inmediata. La cetoacidosis diabética puede ser fatal y necesita tratamiento hospitalario de emergencia.

Aumento del apetito sin aumento de peso.

Una persona con diabetes puede tener niveles altos de glucosa en sangre, pero sus células no pueden acceder a esta glucosa para usarla como energía.

Esto sucede porque el cuerpo:

  • no produce insulina o
  • no puede usar la insulina correctamente

La insulina es necesaria para procesar la glucosa de manera eficaz. Incluso si una persona tiene niveles altos de azúcar en sangre, su cuerpo puede carecer de energía.

Esto puede provocar polifagia, en la que el cuerpo desencadena signos de hambre cuando intenta acceder al combustible. Incluso cuando una persona come, el hambre puede persistir, ya que el cuerpo sigue pidiendo combustible.

Aunque existe un vínculo entre la obesidad y la diabetes tipo 2, es posible que las personas que tienen dificultades para controlar su diabetes no aumenten de peso, incluso cuando comen en exceso.

Si una persona tiene mucho apetito pero no aumenta de peso, esto sugiere que su cuerpo no está obteniendo toda la energía que necesita de los alimentos.

Pérdida de peso

Esta incapacidad para absorber glucosa también puede conducir a la pérdida de peso.

El hecho de que una persona con diabetes pierda peso o no depende de qué tan bien el cuerpo esté usando la glucosa y cuánto coma esa persona.

Si una persona parece estar comiendo en exceso pero aún así pierde peso, debe consultar a un médico.

Aliento afrutado

Una persona con niveles altos de azúcar en sangre puede notar que su aliento huele afrutado o muy dulce.

Cuando el cuerpo no puede acceder a la glucosa de la sangre, debido a problemas de insulina, el cuerpo descompone la grasa para obtener energía. Esto crea una sustancia química llamada acetona que puede tener un olor afrutado.

Un aliento "afrutado" es un signo de CAD, una afección potencialmente mortal que puede desarrollarse en unas pocas horas. Cualquiera que tenga este síntoma debe buscar ayuda médica de inmediato.

Obtenga más información aquí sobre las causas del aliento con acetona y cuándo consultar a un médico.

Problemas de riñon

La diabetes no controlada puede provocar una enfermedad renal crónica o infecciones del tracto urinario.

Con el tiempo, los niveles altos de glucosa pueden dañar los vasos sanguíneos, incluidos los riñones.

A medida que los riñones trabajan más para filtrar la sangre, puede producirse una enfermedad renal.

Las personas con diabetes y enfermedad renal pueden notar:

  • orina muy oscura o con sangre
  • orina espumosa
  • dolor cerca de los riñones en la zona lumbar
  • infecciones crónicas del riñón o del tracto urinario

La enfermedad renal produce pocos o ningún síntoma en su forma inicial. Cuando aparecen los síntomas, es posible que ya haya daños.

Esta es una de las razones por las que es importante saber lo antes posible si hay diabetes y controlar los niveles de azúcar en sangre.

¿Cómo afecta la diabetes a los riñones? Clic aquí para saber más.

Síntomas cardiovasculares

Las personas con diabetes suelen presentar síntomas cardiovasculares, como presión arterial alta. También pueden tener niveles altos de colesterol y obesidad, que son factores de riesgo de enfermedad cardíaca.

De todas las complicaciones de la diabetes, la enfermedad cardiovascular es la que tiene más probabilidades de ser fatal, según la investigación.

La mala circulación también puede contribuir a una cicatrización lenta de las heridas y a problemas en las extremidades, como los pies.

La presión arterial alta, el dolor en el pecho o los ritmos cardíacos anormales son señales de advertencia importantes. Ya sea que se deban a diabetes u otra afección, la gente no debe ignorarlos.

¿Cómo aumenta la diabetes el riesgo de accidente cerebrovascular? Descubra más aquí.

Hormigueo o entumecimiento

Los niveles altos de azúcar en sangre a largo plazo pueden dañar los nervios de todo el cuerpo, en particular los que afectan la sensación en las manos o los pies. Si una persona tiene entumecimiento u hormigueo, puede tener daño en los nervios o neuropatía diabética.

Algunas personas con diabetes experimentan dolor en los nervios, que puede sentirse como sensaciones eléctricas o ardor. El dolor de nervios puede ocurrir en cualquier lugar, pero es especialmente común en los pies y las manos.

Las personas que experimentan estos síntomas deben comunicarse con un médico. El enrojecimiento, la hinchazón o el calor en las piernas pueden indicar una urgencia médica que necesita atención inmediata en una sala de emergencias.

¿Qué es la neuropatía diabética y cómo afecta a una persona? Clic aquí para saber más.

Resumen

Cualquiera que experimente alguno de los síntomas anteriores debe consultar a un médico tan pronto como sea posible, tenga o no diabetes, ya que puede tener diabetes sin saberlo.

Cuanto antes una persona comience a controlar los niveles altos de azúcar en sangre, más posibilidades tendrá de retrasar su progreso y reducir el riesgo de complicaciones.

Cualquier persona con síntomas de CAD o dolor en el pecho debe acudir sin demora a la sala de emergencias.

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