Sarcoma de Ewing: lo que debe saber

El sarcoma de Ewing es una forma de cáncer de huesos que suele afectar a niños y adolescentes.

El sarcoma de Ewing puede ser muy agresivo, pero las células tienden a responder bien a la radioterapia. Idealmente, los médicos diagnosticarán el cáncer antes de que se haya propagado.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina, se estima que 250 niños en los Estados Unidos reciben un diagnóstico de sarcoma de Ewing cada año.

En este artículo, obtenga más información sobre el sarcoma de Ewing, incluidos los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento.

¿Qué es el sarcoma de Ewing?

El sarcoma de Ewing se presenta comúnmente en las piernas, la pared torácica o la pelvis.

El sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer poco común que generalmente comienza en los huesos, generalmente en la pelvis, la pared torácica o las piernas, y se presenta principalmente en niños y adolescentes.

El Dr. James Ewing describió por primera vez el sarcoma de Ewing en 1921. Identificó células cancerosas que se veían diferentes a las células del osteosarcoma, otro tipo de tumor óseo.

Los médicos también pueden referirse a este tipo de cáncer como la familia de tumores de Ewing. Estos tumores tienen células distintas que generalmente responden bien a los tratamientos de radiación.

Este tipo de cáncer poco común representa solo el 1,5% de todos los cánceres infantiles y es el segundo tipo de cáncer de huesos más común en la infancia, después del osteosarcoma.

Causas

Aunque los investigadores no están seguros de por qué algunas personas desarrollan el sarcoma de Ewing, han identificado mutaciones en ciertos genes de las células tumorales que causan este cáncer.

Estos incluyen el EWSR1 gen en el cromosoma 22 y el FLI1 gen en el cromosoma 11.

Estas mutaciones genéticas ocurren espontáneamente durante la vida de una persona. El individuo no los hereda de un miembro de la familia.

No se conocen factores de riesgo para el sarcoma de Ewing que hagan que una persona sea más propensa que otra a desarrollar este cáncer.

Síntomas

El sarcoma de Ewing puede causar los siguientes síntomas:

  • un hueso que se rompe fácilmente o sin una causa clara
  • fiebres
  • un bulto debajo de la piel que generalmente es suave y cálido al tacto
  • dolor en el área afectada, como los brazos, la espalda, el pecho, las piernas o la pelvis
  • hinchazón en el área afectada

Se estima que el 87% de los sarcomas de Ewing son sarcomas óseos. Los otros tipos se forman en los tejidos blandos, como el cartílago, que rodean los huesos.

El sarcoma de Ewing se puede diseminar a otras áreas del cuerpo. Los médicos llaman a este proceso metástasis.

Áreas por las que el cáncer se puede diseminar para incluir otros huesos, médula ósea y pulmones.

Los médicos clasifican el sarcoma de Ewing como uno de tres tipos según su extensión:

  • Sarcoma de Ewing localizado: el cáncer no se ha diseminado a otras partes del cuerpo, pero puede haberse diseminado a otros ganglios linfáticos cercanos.
  • Sarcoma de Ewing metastásico: el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como los pulmones, la médula ósea u otros huesos.
  • Sarcoma de Ewing recurrente: una persona ha tenido sarcoma de Ewing anteriormente y ha regresado.

Diagnóstico

Un médico puede ordenar una radiografía si sospecha de sarcoma de Ewing.
Crédito de la imagen: Redini F & Heymann D, 2015.

Antes de diagnosticar el sarcoma de Ewing, un médico tomará el historial médico completo de una persona y le preguntará qué síntomas tiene, cuándo los notó y qué los hace mejorar o empeorar. También realizarán un examen físico completo, enfocándose en el área de preocupación.

Un médico generalmente recomendará un estudio de imágenes para ver el hueso o los huesos. Estas pruebas incluyen:

  • exploraciones óseas
  • Tomografías computarizadas
  • Resonancias magnéticas
  • Rayos X

Si parece que puede haber un tumor, un médico realizará una biopsia, que implica tomar una muestra de tejido óseo. Enviarán este tejido a un laboratorio, donde un especialista llamado patólogo lo revisará para detectar la presencia de células cancerosas.

Un médico también puede ordenar análisis de sangre, una biopsia de médula ósea y otras exploraciones cuando sea necesario. Estas pruebas pueden ayudar a determinar si el cáncer se ha diseminado a otros lugares.

Tratamiento

Un médico trabajará con un equipo de cirujanos y especialistas en cáncer para recomendar e implementar tratamientos específicos.

Los posibles tratamientos para el sarcoma de Ewing incluyen:

  • Quimioterapia: la quimioterapia utiliza medicamentos para eliminar las células cancerosas en multiplicación. A menudo es el primer tratamiento para el sarcoma de Ewing. Por lo general, una persona recibirá quimioterapia durante 6 a 12 meses.
  • Radiación: la radioterapia consiste en matar las células cancerosas con tratamientos de radiación de alta energía. A veces, los médicos recetan radioterapia para encoger un tumor o evitar que se propague.
  • Cirugía: en algunos casos, un médico recomendará la extirpación quirúrgica del tumor. Si un médico tiene que extraer una gran cantidad de hueso, es posible que recomiende reemplazarlo con un injerto óseo o hueso artificial.
  • Células madre: los médicos pueden utilizar trasplantes de células madre de la médula ósea de un donante para estimular el crecimiento sano de las células óseas.

Los médicos pueden usar una combinación de tratamientos según la extensión del cáncer y la salud general de la persona.

Se están llevando a cabo investigaciones sobre nuevos tratamientos para el sarcoma de Ewing. Algunos médicos pueden informar a sus pacientes sobre ensayos clínicos, que ayudan a probar nuevos tratamientos.

Complicaciones

Las posibles complicaciones del sarcoma de Ewing incluyen:

  • derrame pleural, que es la acumulación de líquido en las capas de tejido pulmonar
  • problemas para respirar
  • debilidad o parálisis de los músculos

Si el sarcoma de Ewing se ha diseminado a otras áreas del cuerpo, puede ser potencialmente mortal. Por esta razón, es vital que un médico evalúe cualquier síntoma lo antes posible.

panorama

El pronóstico tiende a ser mejor cuando el cáncer permanece localizado.

Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, se estima que dos tercios de las personas en las que el cáncer no se ha diseminado a otras áreas del cuerpo sobreviven al menos 5 años después de su diagnóstico.

Las personas que tienen más probabilidades de tener resultados positivos incluyen aquellas que tienen:

  • cáncer que no se ha extendido
  • cáncer que responde bien a la quimioterapia
  • un tumor que se presenta en los brazos o las piernas, ya que la pelvis suele ser más difícil de tratar
  • un tumor que un cirujano puede extirpar por completo

La probabilidad de que el tratamiento sea exitoso es diferente para cada individuo, por lo que las personas deben hablar con un médico sobre su pronóstico o el de su hijo.

Resumen

El sarcoma de Ewing es un tipo de cáncer poco común que afecta principalmente a los jóvenes.

Cuando los médicos lo detectan a tiempo, la afección generalmente responde bien al tratamiento.

Cualquiera que observe signos o síntomas del sarcoma de Ewing, como un hueso que se rompe sin razón aparente o un bulto o hinchazón doloroso, debe hablar con un médico.

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