Trastorno por consumo de alcohol: el daño cerebral puede progresar a pesar de la sobriedad

Un nuevo estudio va en contra de las investigaciones anteriores al sugerir que el daño cerebral inducido por el alcohol no se detiene cuando termina el consumo de alcohol. En cambio, los efectos nocivos del alcohol pueden continuar durante la abstinencia. Los hallazgos tienen importantes implicaciones para el proceso de recuperación de la dependencia del alcohol.

Los efectos del consumo excesivo de alcohol pueden durar mucho más de lo que pensábamos anteriormente, sugiere una nueva investigación.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con los efectos inmediatos que tiene el consumo de alcohol en el cerebro. Euforia, depresión, pérdida de memoria, visión borrosa, dificultad para hablar y un estado general de confusión son solo algunos de estos efectos.

Sin embargo, para aquellos que consumen cantidades excesivas de alcohol durante períodos prolongados, este daño cerebral repetido puede tener un efecto duradero en la salud neuronal y mental.

La depresión y la ansiedad son solo algunas de las condiciones que los científicos han asociado con el consumo prolongado de alcohol. El consumo excesivo de alcohol también puede causar el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una condición que causa "amnesia, confusión extrema y alteraciones visuales".

Sin embargo, ¿estos efectos dañinos cesan una vez que la persona deja de beber alcohol? Hasta ahora, los investigadores creían que sí. Sin embargo, una nueva investigación desafía este punto de vista.

Científicos del Instituto de Neurociencias CSIC-UMH en Alicante, España, colaboraron con otros del Instituto Central de Salud Mental de Mannheim en Alemania para examinar los cambios estructurales del cerebro en personas con trastorno por consumo de alcohol. Descubrieron que el daño a la materia blanca del cerebro persiste durante las primeras semanas de sobriedad.

Silvia De Santis es la primera autora del nuevo estudio, que la revista Psiquiatría JAMA ha publicado.

Efectos duraderos del alcohol en el cerebro

De Santis y sus colegas utilizaron técnicas de neuroimagen para examinar a 90 personas con trastorno por consumo de alcohol. Los participantes del estudio tenían una edad promedio de 46 años y habían requerido hospitalización debido a su adicción.

Como grupo de control, los investigadores reclutaron a 36 hombres que tenían un promedio de 41 años y no tenían trastorno por consumo de alcohol.

El Dr. Santiago Canals, coautor y coordinador del estudio, explica los métodos que el equipo utilizó en el estudio, diciendo: “Un aspecto importante del trabajo es que el grupo de pacientes que participa en nuestra investigación [está] hospitalizado en un programa de desintoxicación , y se controla su consumo de sustancias adictivas, lo que garantiza que no ingieran alcohol. Por lo tanto, la fase de abstinencia se puede seguir de cerca ".

Paralelamente al estudio en humanos, los investigadores examinaron un modelo de ratas con preferencia por el alcohol. Hacer esto les permitió “monitorear la transición de la dependencia normal a la dependencia del alcohol en el cerebro, un proceso que no es posible ver en los humanos”, explica De Santis.

La investigación reveló daños en el hemisferio derecho y la región frontal del cerebro. Los cambios en la estructura de la materia blanca persistieron durante 6 semanas después de que los participantes dejaron de beber.

La materia blanca del cerebro contiene las células, los axones y la mielina, que son componentes clave que permiten un “intercambio de información rápido y eficiente” entre neuronas en diferentes áreas del cerebro.

El coautor del estudio, el Dr. Canals, explica: “[E] aquí hay un cambio generalizado en la materia blanca, es decir, en el conjunto de fibras que se comunican [con] diferentes partes del cerebro. Las alteraciones son más intensas en el cuerpo calloso y las fimbrias ”.

“El cuerpo calloso está relacionado con la comunicación entre ambos hemisferios”, continúa. "La fimbria contiene las fibras nerviosas que [permiten la comunicación entre] el hipocampo, una estructura fundamental para la formación de recuerdos, el núcleo accumbens y la corteza prefrontal".

El núcleo accumbens es una parte vital del sistema de recompensa del cerebro, mientras que la corteza prefrontal es importante para el pensamiento y la planificación complejos, la función ejecutiva, la toma de decisiones y el comportamiento social apropiado.

Los hallazgos del nuevo estudio desafían las creencias preexistentes de que el daño cerebral se detiene inmediatamente con el cese del consumo de alcohol.

"Hasta ahora, nadie podía creer que en ausencia de alcohol, el daño en el cerebro progresaría".

Dr. Santiago Canals

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