Qué saber sobre la bullectomía

Las ampollas son grandes bolsas de aire que se forman dentro del pulmón debido a ciertas afecciones médicas, como enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los médicos pueden recomendar una bullectomía, que es la extirpación quirúrgica de las ampollas, si causan problemas respiratorios u otras complicaciones de salud.

Las ampollas a menudo aumentan de tamaño una vez que se forman. Sin tratamiento, las ampollas agrandadas ocupan una cantidad cada vez mayor de espacio en los pulmones, lo que hace que se acumule presión. La presión puede dificultar la respiración de una persona.

Siga leyendo para obtener más información sobre una bullectomía, incluidos sus riesgos y qué esperar después del procedimiento.

¿Qué es una bullectomía?

Una bullectomía es una operación para extirpar ampollas.

Una bullectomía es un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación de ampollas, que son sacos de aire agrandados y dañados en los pulmones. Un cirujano extraerá una o más ampollas a través de pequeñas incisiones en el pecho.

Las bullas pueden crecer hasta 20 centímetros de ancho. Aquellas que ocupan más de un tercio del espacio dentro y alrededor del pulmón se denominan ampollas gigantes.

Los médicos pueden recomendar una bullectomía si las ampollas interfieren significativamente con la respiración de una persona o causan complicaciones de salud.

Las ampollas pueden hacer que los síntomas de afecciones subyacentes se vuelvan más notorios. Por ejemplo, una persona con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) puede tener síntomas agravados, como:

  • sibilancias
  • toser moco
  • opresión o presión en el pecho
  • dificultad para respirar
  • fatiga general por niveles bajos de oxígeno

Si estallan, las ampollas pueden provocar un colapso pulmonar. Si el pulmón colapsa dos o más veces, es posible que una persona necesite una bullectomía.

Las ampollas son una complicación común de la EPOC y el enfisema. Otras afecciones que pueden causar ampollas incluyen:

  • Síndrome de Ehlers-Danlos, que debilita el tejido conectivo.
  • sarcoidosis, donde la inflamación afecta a varias partes del cuerpo, incluidos los pulmones
  • Síndrome de Marfan, que involucra tejido conectivo debilitado

¿Quién puede hacerse una bullectomía?

No todos los que tienen ampollas requieren cirugía y la cirugía no es apropiada para todos.

Un médico realizará varias pruebas para determinar si una persona es un buen candidato para la cirugía. Estas pruebas pueden incluir una angiografía, radiografía o tomografía computarizada.

Es más probable que los médicos recomienden una bullectomía para las personas que cumplen con los siguientes criterios:

  • más joven en edad
  • solo una bulla o solo un área del pulmón que contiene un grupo de bullas
  • sin obstrucciones de las vías respiratorias

Antes de que la mayoría de los médicos consideren una bullectomía, generalmente requieren que:

  • las ampollas son más grandes que un tercio de un pulmón
  • Las ampollas evitan que el pulmón se expanda y mueva el aire hacia adentro y hacia afuera.

Es menos probable que los médicos recomienden una bullectomía si una persona tiene múltiples ampollas en los pulmones porque la cirugía puede causar más daño al tejido circundante y crear más problemas de los que resuelve.

Preparación

Es importante seguir los consejos de un médico sobre cómo prepararse para una bullectomía. Pueden aconsejar lo siguiente:

  • ayunar durante 8 horas antes del procedimiento
  • programar tiempo libre para recuperarse
  • hacer arreglos para que un amigo o familiar lleve a la persona al procedimiento y de regreso
  • dejar de fumar, si corresponde

Procedimiento y que esperar

Un médico puede explicarle qué esperar durante una bullectomía.

Una bullectomía es un procedimiento mínimamente invasivo, pero requerirá que la persona esté bajo anestesia general.

El cirujano hará una pequeña incisión cerca de la axila. Utilizarán una pequeña cámara de video para ayudar a guiar la cirugía, que se llama cirugía toracoscópica asistida por video (VATS). Cortarán las áreas afectadas, insertarán uno o dos tubos de respiración en el pecho y luego cerrarán la herida de la incisión.

Después del procedimiento, a la persona le saldrán uno o dos tubos del costado del pecho. Estos tubos se conectan a una máquina que ayuda a succionar aire y líquido de esta área del cuerpo. Un profesional de la salud retirará los tubos torácicos cuando sea seguro hacerlo.

Es posible que las personas necesiten usar una máscara de oxígeno después de la cirugía hasta que sus pulmones estén funcionando lo suficientemente bien. Recibirán analgésicos en forma de goteo intravenoso o tabletas orales.

Tiempo de recuperación

El tiempo de recuperación varía según la edad y la salud general de la persona, pero las personas generalmente pueden irse a casa en 2 a 3 días. Después de la estadía en el hospital, las personas pueden esperar recuperarse por completo después de algunas semanas de descanso.

Después de la cirugía, puede llevar algún tiempo que el apetito y las evacuaciones intestinales de una persona vuelvan a la normalidad. Beber mucha agua y comer alimentos ricos en fibra puede ayudar.

Las personas deben evitar conducir hasta que hayan dejado de tomar analgésicos, ya que pueden causar somnolencia.

Los siguientes pasos pueden ayudar a una persona a acelerar su recuperación y evitar complicaciones:

  • aumentar la actividad gradualmente con el tiempo
  • mantener las heridas quirúrgicas limpias y secas
  • evitar levantar objetos pesados, nadar o jugar al golf durante 2 a 3 semanas
  • evitando fumar
  • regresar al trabajo solo después de obtener la aprobación del médico
  • asistir a todas las citas de seguimiento
  • Evitar viajar en avión durante un mes después del procedimiento.
  • comer una dieta rica en fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento
  • probar las terapias que el equipo de atención médica recomiende

Los médicos recomiendan evitar los viajes en avión durante los 3 meses posteriores a la cirugía.

Aunque una persona podrá volver a sus actividades normales, no debe apresurarse a hacerlo, ya que el proceso de curación puede llevar algún tiempo.

¿Cuáles son los riesgos?

Una posible complicación de una bullectomía es la fiebre.

Todos los procedimientos quirúrgicos implican algún riesgo. Sin embargo, una bullectomía tiene un riesgo relativamente bajo de complicaciones.

Según la University of Health Network (UHN), la complicación más común es la fuga de aire del tubo torácico. Esta complicación afecta de 2 a 10 personas de cada 100 y es más probable en personas con enfermedad pulmonar. En estos casos, el médico dejará el tubo torácico colocado durante más tiempo y la fuga de aire se curará por sí sola.

La UHN también informa que menos de una de cada 100 personas experimentará sangrado como resultado de esta cirugía.

Las complicaciones pueden incluir:

  • aire que escapa del tubo torácico
  • pérdida de peso
  • fiebre
  • infecciones alrededor de la incisión
  • enfermedad cardíaca o insuficiencia cardíaca
  • hipertensión pulmonar o presión arterial alta en el corazón y los pulmones
  • niveles anormales de dióxido de carbono en la sangre

Si una persona nota alguna complicación o se siente mal después de su procedimiento, debe hablar con su médico.

panorama

Una bullectomía es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo en el que un cirujano extrae uno o más sacos de aire agrandados del pulmón. Hay pocos riesgos y, en general, la recuperación es buena. Después del procedimiento, una persona debe esperar varias semanas de tiempo de recuperación antes de volver a sus actividades normales.

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