Este 'antioxidante natural' puede proteger la salud del corazón

La bilirrubina es un pigmento y un antioxidante natural. A menudo, un exceso de bilirrubina es un indicador seguro de enfermedad, pero la investigación emergente sugiere que los niveles altos de este compuesto en realidad pueden ayudar a mantener la salud cardiovascular.

¿Podrían los niveles más altos de bilirrubina ayudar a mejorar el riesgo de eventos cardiovasculares?

Este pigmento tiene un tinte amarillento, que provoca el tinte amarillo de la piel en la ictericia.

Es un subproducto natural de la descomposición de los glóbulos rojos, que tiene lugar cuando los glóbulos envejecen o se vuelven defectuosos.

Luego, el hígado procesa la bilirrubina; parte se reabsorbe en el torrente sanguíneo, mientras que el resto finalmente se excreta a través de la orina o las heces.

A veces, debido a diversos mecanismos biológicos disfuncionales, el exceso de bilirrubina no se procesa ni se elimina del cuerpo. Cuando esto sucede, puede provocar ictericia; a veces, indica que hay un problema con el hígado o el páncreas.

Sin embargo, según investigadores de una variedad de instituciones de renombre en los Estados Unidos, incluido el Centro Médico de Asuntos de Veteranos de Atlanta en Georgia, la Universidad de Yale en New Haven, CT, la Universidad de Vanderbilt en Nashville, TN y la Universidad de Boston en Massachusetts, los niveles en sangre de La bilirrubina también se puede usar para determinar el riesgo de que una persona tenga problemas cardiovasculares.

Sus hallazgos, ahora publicados en el Revista de la Asociación Americana del Corazón, indican que las personas con niveles más altos de bilirrubina en la sangre pueden estar mejor protegidas contra afecciones y eventos como insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

Mayor bilirrubina vinculada a mejores resultados

Investigaciones anteriores sugieren que los niveles de bilirrubina podrían predecir el riesgo cardiovascular, pero los investigadores involucrados en el estudio actual estaban interesados ​​en ver si la relación era diferente en individuos VIH positivos o VIH negativos.

Estaban interesados ​​en esto porque las personas que viven con el VIH a menudo tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Al mismo tiempo, se sabe que el fármaco contra el VIH ataznavir eleva los niveles de bilirrubina sérica.

"Intentamos determinar si el aumento de los niveles de bilirrubina total se asociaba con una reducción de los eventos [cardiovasculares] en el [Estudio de cohorte de envejecimiento de los veteranos] y determinar si esas asociaciones diferían según el estado del VIH, el uso de atazanavir y la enfermedad hepática", explican los autores en su artículo. .

Para ello, trabajaron con 96,381 participantes con una edad promedio de 48 años. De estos, 31,418 eran VIH positivos y 66,987 VIH negativos. El noventa y siete por ciento de ellos eran hombres y el 48 por ciento se identificó como afroamericano.

"Inicialmente queríamos ver si la bilirrubina y las enfermedades cardiovasculares tenían una relación diferente en las personas que eran VIH positivas, en comparación con las personas VIH negativas", dice el primer autor Vincent Marconi, del Centro Médico de Asuntos de Veteranos de Atlanta.

Marconi y su equipo dividieron a los participantes en cuatro grupos, o cuartiles, según sus niveles de bilirrubina sérica. Se encontró que aquellos en la categoría más alta de bilirrubina tenían un menor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.

En otras palabras, cuanto más altos son los niveles de bilirrubina, menor es el riesgo de eventos cardiovasculares y viceversa. El riesgo disminuyó "en un 8 por ciento por cada aumento en el cuartil de bilirrubina total", escriben los autores.

Además, las tendencias de riesgo fueron similares entre la cohorte VIH positiva y la cohorte VIH negativa, aunque se mantuvieron ligeramente más altas para la primera.

Los investigadores también notaron que los "niveles altos" del compuesto no significaban "fuera de lo común" y que la concentración de bilirrubina sérica siempre se mantuvo dentro de rangos saludables.

"No se requirieron grandes aumentos en la bilirrubina para ver un efecto en la reducción del riesgo [cardiovascular]", explica Marconi, y agregó: "La mayor parte del cambio ocurrió dentro del rango fisiológico normal y específicamente del primer al segundo cuartil".

El estudio no encontró un efecto independiente del ataznavir sobre los resultados de salud cardiovascular, pero los investigadores señalan que los análisis anteriores han sugerido que el fármaco podría tener un impacto positivo a este respecto.

En su conclusión, Marconi y su equipo señalan que una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes puestos en marcha por la bilirrubina puede ayudar a mejorar las terapias para personas con alto riesgo de eventos cardiovasculares, así como diversas enfermedades inflamatorias.

"Es importante determinar si la incorporación de los niveles de bilirrubina en los modelos actuales de estratificación del riesgo podría mejorar el pronóstico de enfermedades inflamatorias".

"Además", concluyen los autores, "una mayor exploración de los mecanismos relacionados con las propiedades antioxidantes de la bilirrubina podría proporcionar nuevos conocimientos sobre las estrategias terapéuticas".

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