Una nueva molécula evita que el cáncer 'engañe' al sistema inmunológico

Una nueva investigación arroja un freno a los planes de engaño del cáncer. Una molécula que los científicos han diseñado evita que las células cancerosas engañen al sistema inmunológico para mantener su crecimiento.

Los científicos han ideado una molécula que impide que las células cancerosas recluten el sistema inmunológico para ayudarlas a crecer.

El cáncer tiene muchas formas astutas en las que engaña al sistema inmunológico para que lo conserve o incluso aumente su propagación.

Una de esas formas involucra las llamadas células mieloides. Se trata de un arma clave en el arsenal del sistema inmunológico. Las células mieloides son cruciales para la respuesta inmune innata del cuerpo y su respuesta adaptativa contra una amplia gama de patógenos.

En teoría, las células mieloides deberían atacar a los invasores como las células cancerosas. Pero los últimos engañan a los primeros para que "piensen" que las células cancerosas son en realidad una parte del cuerpo que algo ha dañado. Como resultado, las células tumorales unen a las células mieloides para ayudarlas a dividirse y crecer.

Sin embargo, un equipo de científicos ha encontrado una forma de frustrar los planes del cáncer. Nueva investigación, que aparece en la revista. Comunicaciones de la naturaleza, revela un objetivo novedoso para la inmunoterapia, que puede evitar que el cáncer reclute células mieloides.

Vineet Gupta, Ph.D., profesor y vicepresidente de investigación e innovación en el Departamento de Medicina Interna del Rush Medical College en Chicago, IL, dirigió conjuntamente la nueva investigación con Judith Varner, Ph.D., de Moores Cancer Center de la Universidad de California en San Diego.

Cómo el cáncer engaña a las células inmunes

Usando dos tipos de ratones genéticamente modificados, los investigadores desentrañaron el mecanismo por el cual las células cancerosas engañan al sistema inmunológico.

Descubrieron que una proteína llamada CD11b generalmente ayudaría a las células mieloides a transformarse en un subtipo de células mieloides llamadas macrófagos M1. Los macrófagos M1 pueden detener el crecimiento tumoral.

Sin embargo, la investigación reveló que las células cancerosas interfieren con la actividad de CD11b y, en lugar de convertir las células mieloides en macrófagos M1, las convierten en macrófagos M2.

En lugar de suprimir el crecimiento tumoral, los macrófagos M2 potencian este proceso. Lo hacen manteniendo a raya a las células T inmunes, que son cruciales para prevenir enfermedades, y secretando factores de crecimiento que alimentan a las células cancerosas con nuevos vasos sanguíneos, lo que les permite recibir nutrientes y crecer más rápido.

Así, en el cáncer, "las células mieloides promueven el crecimiento tumoral y suprimen la actividad de las células T [que luchan contra la enfermedad]", explica el Prof. Gupta.

Investigaciones anteriores en inmunoterapia, continúa el profesor, han demostrado que los medicamentos que activan las células T pueden ser "extremadamente efectivos para controlar el crecimiento tumoral".

Sin embargo, este enfoque no parece funcionar para todos los cánceres, lo que motivó a los científicos a seguir buscando formas de mejorar la inmunoterapia.

Molécula activa CD11b para detener el crecimiento tumoral

En el nuevo estudio, el profesor Gupta y su equipo buscaron un agente que mejore la actividad de CD11b para evitar que las células mieloides se conviertan en macrófagos M2.

En primer lugar, estudiaron los efectos de la privación de CD11b en ratones y, como esperaban, encontraron que los tumores trasplantados crecían mucho más rápido y eran más grandes en ratones sin el gen de CD11b.

Además, la mayoría de las células mieloides en los tumores de estos roedores eran macrófagos M2.

A continuación, los científicos desarrollaron y utilizaron una molécula llamada Leukadherin-1 (LA-1) para impulsar la actividad de CD11b. El aumento de esta proteína redujo drásticamente los tumores en los ratones que recibieron el tratamiento.

Los investigadores también diseñaron ratones con la denominada mutación puntual para fortalecer sus hallazgos y para asegurarse de que la molécula recién desarrollada efectivamente suprimiera el crecimiento tumoral al actuar sobre CD11b. La mutación puntual hizo que CD11b permaneciera activo todo el tiempo.

"El aumento en la actividad de CD11b en el ratón con la mutación puntual imita el que se imparte en CD11b en ratones normales con la administración de LA-1", informa el Prof. Gupta. "Los resultados fueron los mismos."

En cada situación, los tumores se redujeron drásticamente, lo que podría significar que la activación de CD11b es un nuevo objetivo farmacológico válido en la inmunoterapia contra el cáncer.

LA-1, la molécula que diseñaron los investigadores, es una de esas drogas prometedoras, dicen los científicos. Sin embargo, advierten que pueden pasar años antes de que la molécula se traduzca en un tratamiento seguro y ampliamente disponible para el cáncer.

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