¿Cómo se relaciona el dedo de Dawson con la esclerosis múltiple?

El dedo de Dawson es un tipo de lesión cerebral común en las personas que tienen EM. Estas lesiones se desarrollan en los ventrículos o espacios llenos de líquido en el cerebro.

Las lesiones en los dedos de Dawson pueden ayudar al médico a diagnosticar la esclerosis múltiple (EM) cuando los acompañan otros síntomas, como dificultades con el movimiento o los procesos mentales.

La EM es una enfermedad crónica que ataca al sistema nervioso central (SNC), que está formado por el cerebro y la médula espinal. Los síntomas ocurren cuando el sistema inmunológico desarrolla una sensibilidad extrema y comienza a atacar el cuerpo.

En las personas con EM, las células inmunitarias atacan la mielina, una capa grasa que recubre las células nerviosas. Este proceso se llama desmielinización.

Sin mielina, los nervios no pueden enviar y recibir información de manera eficaz, lo que provoca una variedad de síntomas que varían de una persona a otra. Dada esta variedad de síntomas, el dedo de Dawson es un indicador útil de la EM.

En este artículo, explicamos el dedo de Dawson, su relación con la EM y su papel en el diagnóstico.

El dedo de Dawson y el diagnóstico de EM

El dedo de Dawson es una lesión que puede desarrollarse en personas con EM.

En 1916, el Dr. James Walker Dawson notó un patrón de placas en el cerebro de las personas con EM. Ahora, estas supuestas lesiones que los médicos llaman dedos de Dawson son un signo típico de EM.

En un estudio de 2014, los investigadores identificaron el dedo de Dawson en la mayoría de los participantes con EM. Dos investigadores observaron los cerebros de los mismos participantes. Uno informó los dedos de Dawson en el 92,5% de las personas con EM, y el otro investigador notó su presencia en el 77,5% de las personas.

La desmielinización deja placas en el cerebro. Estos suelen ser visibles en los escáneres cerebrales. El dedo de Dawson se desarrolla alrededor de una banda de fibras nerviosas que conectan los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Las placas se forman en ángulo recto alrededor de las venas de los ventrículos del cerebro.

Sin embargo, la presencia de los dedos de Dawson en un escáner cerebral por sí sola no es suficiente para que un médico diagnostique la EM. Dependiendo del tipo de evidencia y la parte del cuerpo involucrada, un médico buscará evidencia de al menos un ataque y una lesión antes de confirmar un diagnóstico de EM.

Cuando los médicos examinan la lesión de un dedo de Dawson, la utilizan para juzgar la propagación o diseminación a través del sistema nervioso.

La diseminación en el espacio (DIS) de una lesión sugiere la extensión de la propagación de la enfermedad, mientras que la diseminación en el tiempo (DIT) puede sugerir múltiples ataques. Un médico puede utilizar la diseminación de la lesión para predecir la progresión de la enfermedad.

Antes de confirmar la EM, el médico no debe encontrar evidencia de que otra afección, como una infección o una lesión cerebral, haya causado los síntomas.

Los dedos de Dawson son solo una señal de daño que puede apuntar hacia la EM. Si un escáner cerebral muestra los dedos de Dawson, pero una persona no tiene otros síntomas, o si solo ha tenido un ataque de EM, su médico podría continuar monitoreándolos.

Es posible que el médico no confirme el diagnóstico de EM hasta que una persona presente más síntomas.

Otras pruebas de EM

Las resonancias magnéticas del cerebro y la médula espinal verifican una serie de cambios en el SNC y no solo en los dedos de Dawson.

Los médicos buscarán signos de desmielinización en el cerebro y la médula espinal. Los escáneres cerebrales también pueden ayudar a rastrear la progresión de la EM a lo largo del tiempo.

A veces, las exploraciones muestran lesiones en un área del cerebro que no produce síntomas de EM. Sin embargo, estas lesiones ofrecen una advertencia temprana de que una persona puede eventualmente desarrollar síntomas de la afección.

Un médico puede usar la presencia de cualquiera de estas lesiones para solicitar más pruebas, como una resonancia magnética cerebral, para confirmar el diagnóstico. Esta intervención le permite a una persona comenzar un tratamiento temprano y abordar los síntomas antes de que se vuelvan disruptivos.

Algunas otras pruebas que respaldan un diagnóstico de EM incluyen:

  • Punción lumbar: un médico puede usar esto para recolectar líquido cefalorraquídeo (LCR). En este líquido cefalorraquídeo, pueden encontrar bandas oligoclonales. Estas bandas son productos de la actividad autoinmune en el LCR que podrían indicar una variedad de trastornos inflamatorios en el SNC, incluida la EM.
  • Prueba de potenciales evocados: esta prueba mide la actividad eléctrica en el cerebro e indica cómo se comunican los nervios entre sí.
  • Tomografía de coherencia óptica: esta técnica utiliza imágenes para observar los nervios en la parte posterior del ojo, lo que también puede indicar problemas.

El médico también comprobará si los síntomas se han desarrollado debido a alguna otra enfermedad. Un historial de los síntomas del individuo puede ayudar al médico a determinar qué pruebas son las más apropiadas para confirmar la EM y descartar otras afecciones.

Dedos de Dawson y otros trastornos cerebrales

Aunque los dedos de Dawson generalmente no se desarrollan debido a otros trastornos cerebrales, no todas las personas con los dedos de Dawson muestran síntomas de EM.

Como los escáneres cerebrales no siempre son claros, un médico también podría confundir diferentes cambios cerebrales con los dedos de Dawson.

Un estudio de 2014 exploró la capacidad de los evaluadores médicos para diferenciar los síntomas de la EM de los síntomas de los trastornos del espectro de la neuromielitis óptica (NMOsd). Las NMOsd son trastornos inmunomediados que, como la EM, desencadenan la desmielinización. Sin embargo, las NMOsd normalmente se dirigen a los nervios ópticos y, por lo tanto, afectan la visión de una persona.

Un evaluador vio los dedos de Dawson en un individuo con NMOsd, lo que sugiere que otros podrían malinterpretar los hallazgos de la resonancia magnética o que los dedos de Dawson pueden estar presentes en algunos otros trastornos médicos.

Los síntomas de la EM

La EM puede provocar problemas de visión.

Los síntomas de un ataque de EM deben haber ocurrido junto con las lesiones en los dedos de Dawson antes de que un médico diagnostique la enfermedad. Sin embargo, un médico puede utilizar la presencia de cualquier lesión para solicitar más pruebas de imagen.

Los síntomas pueden ser sutiles al principio. Los primeros signos de advertencia de la EM incluyen:

  • problemas oculares, que incluyen visión borrosa y dolor al mover los ojos.
  • sensaciones inusuales o incómodas, como hormigueo, entumecimiento o una sensación de descarga eléctrica en las extremidades.
  • picazón inexplicable en el cuerpo.
  • fatiga severa, particularmente en respuesta a cambios extremos de temperatura.
  • dolor muscular y debilidad inexplicables.
  • dificultad para caminar y problemas de equilibrio o coordinación.
  • mareo.
  • zumbido en los oídos
  • cambios en la función de la vejiga o del intestino
  • sentimientos de "niebla mental" o pensamiento poco claro

A medida que la enfermedad ataca más vainas de mielina, los síntomas pueden progresar. La mayoría de las personas con EM experimentan ataques periódicos o recaídas, seguidos de breves mejoras. Sin embargo, los síntomas pueden variar ampliamente en las personas. Varios tipos de EM pueden desarrollar ese progreso y estallar a diferentes ritmos.

A medida que avanza la enfermedad, los ataques pueden volverse más frecuentes y los síntomas pueden incluir:

  • fatiga a largo plazo que interfiere con la vida diaria
  • rigidez y espasmos musculares incontrolables
  • debilidad muscular que puede limitar la movilidad
  • disfunción sexual
  • dificultades emocionales, como depresión, cambios de humor y risa o llanto involuntarios
  • pérdida del control de la vejiga o los intestinos

Con menos frecuencia, pueden ocurrir otros síntomas. Éstos incluyen:

  • dificultades para hablar y tragar
  • convulsiones
  • problemas respiratorios
  • dolores de cabeza crónicos
  • pérdida de la audición

Aquí, lea más sobre las etapas de la progresión de la EM.

Tratamiento

La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a las personas con EM a regresar al trabajo y a la vida social.

La EM es una enfermedad crónica sin cura conocida. Sin embargo, comenzar el tratamiento lo antes posible brinda la mejor posibilidad de limitar los síntomas. La identificación de las lesiones en los dedos de Dawson puede mejorar la posibilidad de recibir un diagnóstico temprano.

Debido a que los síntomas tienden a aparecer en forma de ataques y luego se resuelven más tarde, una persona puede experimentar períodos prolongados sin recurrencia de la EM. En raras ocasiones, algunas personas con EM dejan de experimentar ataques por completo.

Si los ataques no son graves o perturbadores, es posible que una persona no necesite tratamiento para controlar los efectos de la enfermedad. La mayoría de los tratamientos se enfocan en aumentar los períodos de remisión entre ataques y reducir la gravedad de los ataques.

Los tratamientos incluyen:

  • Cambios en el estilo de vida: el ejercicio, el yoga, los cambios en la dieta y el manejo del estrés pueden mejorar los síntomas y la calidad de vida en algunas personas con EM.
  • Relajantes musculares: pueden ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los espasmos musculares.
  • Terapia física, ocupacional y del habla: varias terapias pueden ayudar a retrasar la pérdida de la función física y social, mejorar la fuerza muscular y apoyar el regreso de una persona a una buena calidad de vida.
  • Tratamientos alternativos y complementarios: algunas personas con EM utilizan masajes, acupuntura u otras formas de medicina alternativa para controlar los síntomas. No hay evidencia clara de que estas estrategias funcionen, aunque algunas personas informan mejoras.
  • Medicamentos: los medicamentos, como los esteroides, tienen como objetivo disminuir la inflamación que daña las cubiertas nerviosas.
  • Terapia de intercambio de plasma o plasmaféresis: el médico extrae sangre de una vena grande, separa el plasma, elimina los anticuerpos dañinos y transfunde la sangre al cuerpo. Algunas personas que prueban el tratamiento con corticosteroides durante una recaída sin resultados pueden beneficiarse de la plasmaféresis.

Medicamentos

Es posible que una persona con EM también necesite tomar uno o varios medicamentos para apoyar el manejo de sus síntomas. Algunos serán medicamentos orales, mientras que otros tomarán la forma de una inyección.

Estos tratamientos pueden incluir:

  • Estimulantes para ayudar a una persona a controlar los síntomas individuales, como la fatiga, la depresión y la ansiedad.
  • Analgésicos, que pueden ayudar al individuo a controlar los dolores de cabeza, los dolores musculares y otros síntomas incómodos de la EM.
  • Medicamentos para tratar las recaídas, incluidos ocrelizumab, siponimod y cladribina.
  • Medicamentos esteroides, que pueden ayudar a reducir la inflamación pero no tienen efectos a largo plazo sobre la progresión de la enfermedad.
  • Medicamentos inmunosupresores, que inhiben la respuesta inmune que causa la desmielinización.
  • Terapias modificadoras de la enfermedad (DMT), como el interferón beta, que ayudan a reducir la frecuencia de los ataques de EM.

Los síntomas de la EM varían en su gravedad y efectos, por lo que es posible que un médico deba controlar los beneficios o daños de un medicamento en particular y realizar cambios para apoyar la salud y la recuperación.

panorama

Aunque la EM puede reducir la calidad de vida de una persona, rara vez es mortal. Muchas personas con EM viven una vida plena y activa.

Si bien a algunos médicos les resulta difícil diagnosticar y predecir la EM, reconocer las lesiones de los dedos de Dawson en una exploración del SNC puede ayudar a limitar la progresión de la enfermedad.

Sin embargo, el curso de la enfermedad es impredecible, con síntomas que van desde relativamente leves hasta debilitantes. Los síntomas tienden a empeorar con el tiempo a medida que se produce desmielinización en un número creciente de vainas nerviosas.

Sin embargo, la EM no siempre progresa de esta manera. Algunas personas con EM pueden pasar años en remisión sin experimentar los efectos de la enfermedad.

El seguimiento de los síntomas a lo largo del tiempo puede ayudar a las personas a predecir su próximo ataque. El registro de síntomas también puede facilitar la obtención de un diagnóstico y ayudar a las personas a evaluar si los medicamentos y las estrategias de control del estilo de vida están funcionando.

Es importante contar con el apoyo de personas que comprendan lo que es recibir un diagnóstico y vivir con EM. MS Healthline es una aplicación gratuita que brinda apoyo a través de conversaciones individuales y discusiones grupales en vivo con personas que padecen la afección. Descarga la aplicación para iPhone o Android.

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