¿Comer pescado podría evitar la enfermedad de Parkinson?

Según las últimas investigaciones, una sustancia química que se encuentra comúnmente en los peces podría prevenir la enfermedad de Parkinson. El equipo también descubre un mecanismo único que podría ayudar a diseñar mejores medicamentos para atacar las enfermedades neurodegenerativas.

Una dieta rica en pescado puede ayudar a prevenir afecciones neurodegenerativas en el futuro.

A lo largo de las décadas, se ha realizado una gran cantidad de investigaciones para determinar si comer más pescado podría ayudar a reducir el riesgo de demencia y mejorar la salud cognitiva. Hasta la fecha, la evidencia que respalda esta teoría es sólida.

Inicialmente se consideró que los ácidos grasos omega eran los químicos detrás de los poderes neuroprotectores del pescado, pero no se han realizado estudios que respalden esta teoría.

Aunque muchas empresas de marketing nos informan seriamente que los suplementos de omega evitarán la demencia y mantendrán nuestra mente ágil durante más tiempo, la ciencia no respalda esta afirmación.

Entonces, ¿qué componente del pescado beneficia a nuestro cerebro? Según el último estudio para abordar esta pregunta, podría ser una proteína llamada parvalbúmina.

Una proteína que se une al calcio, la parvalbúmina se encuentra en grandes cantidades en muchos tipos de pescado, particularmente en el tejido muscular. Es el desencadenante más común de reacciones alérgicas en quienes tienen alergia al pescado; la parvalbúmina puede activar el sistema inmunológico evitando nuestros jugos digestivos y pasando a la sangre.

Desde pescado hasta Parkinson

Aunque todavía se están desentrañando los mecanismos exactos que impulsan la enfermedad de Parkinson, se sabe que la formación de una proteína en particular es importante. La alfa-sinucleína, a veces llamada proteína de Parkinson, se encuentra en grupos en el cerebro de las personas con la enfermedad de Parkinson.

Cuando las proteínas se pliegan incorrectamente, tienden a pegarse, formando fibrillas o amiloides. Los amiloides no siempre son perjudiciales para la salud, pero están presentes en una serie de afecciones neurodegenerativas, incluidas las de Huntington, Parkinson y Alzheimer.

Recientemente, investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo, Suecia, realizaron pruebas para investigar cómo interactúa la parvalbúmina con la alfa-sinucleína. Sus hallazgos se publican esta semana en la revista Informes científicos.

Revelaron que la parvalbúmina "elimina" la alfa-sinucleína, uniéndola para que no pueda formar los grumos perturbadores que se observan en la enfermedad de Parkinson. La autora principal del estudio, la profesora Pernilla Wittung-Stafshede, jefa de la División de Biología Química de la universidad, explica:

"La parvalbúmina recoge la 'proteína de Parkinson' y en realidad evita que se agregue, simplemente agregándose primero".

De esta manera, la parvalbúmina tiene el potencial de limpiar los amiloides anormales antes de que tengan la oportunidad de formarse. Por lo tanto, es posible que comer pescado con altos niveles de estas proteínas tenga un efecto protector.

Entre muchos otros, pescados como el arenque, el bacalao, la gallineta nórdica, la carpa, el pargo rojo y el salmón rojo contienen grandes cantidades de parvalbúmina. Sin embargo, los niveles fluctúan a lo largo del año.

“El pescado suele ser mucho más nutritivo al final del verano, debido al aumento de la actividad metabólica. Los niveles de parvalbúmina son mucho más altos en los peces después de haber tenido mucho sol, por lo que podría valer la pena aumentar el consumo durante el otoño ”.

Nathalie Scheers, profesora asistente, Universidad Tecnológica de Chalmers

Un descubrimiento muy necesario

Debido a que este tipo de proteína agregada es común en una serie de condiciones neurodegenerativas, los investigadores están interesados ​​en investigar más la actividad de la parvalbúmina.

La emoción que rodea a estos hallazgos es doble: en primer lugar, han identificado otra molécula que podría ayudar a combatir las enfermedades neurodegenerativas; y, en segundo lugar, han descubierto un nuevo mecanismo de acción al que pueden apuntar los diseñadores de fármacos.

El profesor Wittung-Stafshede explica la importancia de esta investigación y proyectos similares a ella:

“Estas enfermedades vienen con la edad y las personas viven cada vez más. Habrá una explosión de estas enfermedades en el futuro, y la parte aterradora es que actualmente no tenemos curas. Así que debemos hacer un seguimiento de todo lo que parezca prometedor ".

Investigadores de la misma universidad ya están planificando investigaciones de seguimiento. Específicamente, planean estudiar cómo se transporta la parvalbúmina del arenque a los tejidos humanos.

Aunque esta línea de investigación está en pañales, su lectura resulta apasionante.

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