17 razones para tener siempre hambre

El hambre es la forma en que el cuerpo le dice a una persona que necesita comida. Después de comer suficiente comida, el hambre suele desaparecer temporalmente.

A veces, sin embargo, una persona puede sentir que tiene hambre todo el tiempo. Es posible que descubran que no se sienten llenos después de comer o que el deseo de comer continúa durante todo el día.

Una persona puede reducir su hambre haciendo cambios en la dieta o el estilo de vida. Sin embargo, el hambre constante también puede ser un signo de ciertas afecciones médicas que pueden necesitar tratamiento.

En este artículo, describimos 17 posibles causas de tener hambre todo el tiempo.

1. Hacer dieta

El hambre es un desafío común para las personas que hacen dieta.

Las personas que siguen una dieta restringida en calorías pueden sentir hambre todo el tiempo o la mayor parte del tiempo. El consumo de menos calorías de las que el cuerpo quema puede hacer que el cuerpo produzca una hormona llamada grelina.

Algunos se refieren a la grelina como la "hormona del hambre" porque el estómago la libera cuando el cuerpo necesita más comida.

Una dieta baja en calorías puede aumentar la producción de grelina y causar hambre, incluso después de que una persona acaba de comer.

2. Dieta rica en azúcar

Muchos productos alimenticios y bebidas tienen azúcar agregada y puede aumentar el apetito de una persona.

Una revisión de 2015 sugiere que comer demasiada azúcar, particularmente fructosa, puede aumentar el apetito. Una dieta alta en fructosa puede hacer que el cuerpo produzca más grelina y afectar la actividad en regiones específicas del cerebro para hacer que una persona se sienta menos llena.

La investigación de 2017 también encontró que consumir un suplemento de fructosa aumentó la tasa de vaciado del estómago en los participantes del estudio.

3. Dieta baja en proteínas

Algunas investigaciones han sugerido que comer más proteínas puede ayudar a una persona a sentir menos hambre. Por ejemplo, un estudio de 2015 de China exploró el efecto de una dieta alta en proteínas en 156 adolescentes con obesidad.

Los investigadores asignaron al azar a los participantes para que comieran un desayuno rico en proteínas o bajo en proteínas todos los días durante 3 meses. Ambos desayunos tenían la misma cantidad de calorías.

El estudio encontró que, en comparación con el desayuno bajo en proteínas, un desayuno rico en proteínas redujo la ingesta de alimentos a la hora del almuerzo y aumentó la pérdida de peso y la plenitud en los participantes.

En los Estados Unidos, la Food and Nutrition Board recomienda que los hombres adultos consuman 56 gramos (g) de proteína por día y las mujeres adultas 46 g.

Comer un poco de proteína con cada comida o refrigerio, en lugar de todo a la vez, puede ayudar a mantener el apetito estable durante todo el día.

4. Deshidratación

La hidratación adecuada es esencial para una buena salud. Alguna evidencia también sugiere que beber agua puede ayudar a una persona a sentirse llena.

Por ejemplo, un estudio de 2014 investigó el efecto de la ingesta excesiva de agua en mujeres con sobrepeso.

Los investigadores pidieron a los participantes que bebieran 0,5 litros de agua 30 minutos antes de desayunar, almorzar y cenar todos los días. Después de 8 semanas, las mujeres habían perdido peso e informaron haber disminuido el apetito.

5. Dieta baja en fibra

Además de ser importante para una digestión saludable y prevenir el estreñimiento, la fibra dietética también puede desempeñar un papel en el control del hambre.

Un estudio de 2016 encontró que las personas que tomaron un suplemento de fibra de psyllium experimentaron menos hambre entre comidas que las que tomaron un placebo.

Otro estudio de 2015 informó hallazgos similares en personas que tomaron un suplemento de fibra de maltodextrina.

La Junta de Alimentos y Nutrición recomienda que:

  • los hombres de 19 a 50 años comen 38 g de fibra al día
  • las mujeres de 19 a 50 años comen 25 g de fibra al día

6. Interrupción del sueño

Dormir lo suficiente puede ayudar a mantener niveles hormonales saludables.

No dormir lo suficiente puede alterar el equilibrio hormonal natural del cuerpo, lo que puede aumentar la sensación de hambre en algunas personas.

La investigación ha relacionado la interrupción del sueño con una variedad de condiciones de salud, incluidas la obesidad y la diabetes.

Un pequeño estudio de 2016 encontró que los hombres que restringían su sueño tenían niveles más altos de grelina y comían más que los que dormían normalmente.

7. Aburrimiento

Algunas personas pueden confundir el aburrimiento con el hambre, provocando que coman más.

Un estudio de 2015 encontró que sentirse aburrido puede llevar a una persona a buscar comportamientos gratificantes, como comer.

8. Dieta rica en sal

Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), la persona promedio en los EE. UU. Consume más de 3400 miligramos (mg) de sodio al día, la mayoría de los cuales proviene de alimentos procesados.

La AHA recomienda que las personas no consuman más de 2,300 mg de sodio por día, pero lo ideal es que la mayoría de los adultos deberían intentar consumir menos de 1,500 mg al día.

Sin embargo, los alimentos salados pueden afectar más que la salud del corazón. Algunas investigaciones sugieren que un alto consumo de sal puede hacer que una persona coma más.

Por ejemplo, un estudio de 2016 en el que participaron 48 adultos sanos descubrió que los participantes que consumían una comida rica en sal comían más que los que consumían una comida baja en sal.

9. Menopausia

Algunas investigaciones sugieren que las mujeres tienen un mayor riesgo de aumento de peso cuando atraviesan la menopausia. Esto puede deberse a varios factores, incluidos los cambios hormonales.

Según una revisión de 2017, la disminución de las hormonas estrógenas durante la menopausia puede provocar un aumento del apetito.

10. Medicamentos

Algunos medicamentos pueden afectar el metabolismo del cuerpo y las señales de hambre. Ciertos antidepresivos, antipsicóticos y corticosteroides pueden hacer que una persona sienta más hambre de lo normal.

Es posible que las personas que experimenten un aumento de peso significativo después de tomar un nuevo medicamento deseen hablar con su médico. Pueden asesorar sobre estrategias de afrontamiento o pueden recomendar cambiar la dosis o cambiar a un medicamento alternativo.

La abstinencia repentina puede causar efectos secundarios no deseados, por lo que es importante hablar primero con un médico sobre la suspensión de un medicamento.

11. Resistencia a la leptina

La leptina es una hormona que le dice al cerebro cuando el estómago está lleno. Los niveles de leptina generalmente aumentan después de que una persona ingiera una comida.

La resistencia a la leptina es una condición en la que el cuerpo no responde adecuadamente a la leptina. Esto puede hacer que una persona no se sienta llena después de comer. Muchas personas con sobrepeso u obesidad desarrollan resistencia a la leptina, lo que puede hacer que sientan hambre con más frecuencia.

12. Estrés

La investigación también ha relacionado el estrés emocional con problemas con el control del apetito. Un estudio de 2015 encontró que las personas que experimentan estrés debido a problemas matrimoniales tenían niveles más altos de grelina y una dieta de peor calidad que aquellas en matrimonios más estables.

13. Edulcorantes artificiales

Los fabricantes agregan edulcorantes artificiales a una variedad de productos, incluidos los refrescos dietéticos y los alimentos sin azúcar o con bajo contenido de azúcar. El uso de estos sustitutos del azúcar puede ayudar a reducir la ingesta total de azúcar de una persona.

Sin embargo, algunos estudios en animales sugieren que los edulcorantes artificiales pueden aumentar el apetito. Por ejemplo, un estudio de 2016 encontró que una dieta endulzada con sucralosa, un endulzante artificial popular, promueve el hambre en las moscas de la fruta.

14. Consumo de alcohol

Beber alcohol puede provocar hambre.

Beber bebidas alcohólicas puede hacer que una persona sienta hambre.

La investigación de 2017 sugiere que el vínculo entre el alcohol y comer en exceso puede deberse al efecto que el alcohol tiene sobre las señales de hambre en el cerebro.

En un estudio de 2015 en el que participaron 35 mujeres, los investigadores informaron que consumir alcohol antes de una comida hacía que los participantes fueran más sensibles a los aromas de los alimentos y les hacía comer más.

15. Lactancia materna

Las mujeres que amamantan necesitan calorías adicionales para producir leche, lo que podría aumentar su apetito.

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que las mujeres que están amamantando consuman entre 450 y 500 calorías adicionales por día.

16. Tiroides hiperactiva

La tiroides es una pequeña glándula ubicada en la parte frontal del cuello. Produce hormonas que controlan el metabolismo y cómo el cuerpo usa la energía.

Una tiroides hiperactiva, o hipertiroidismo, puede causar una amplia gama de síntomas, incluido un aumento del hambre.

Otros síntomas del hipertiroidismo pueden incluir:

  • un cuello hinchado
  • pérdida de peso
  • sensación de calor
  • Diarrea
  • irritabilidad, nerviosismo y cambios de humor
  • fatiga
  • hiperactividad
  • micción más frecuente

Un médico generalmente puede diagnosticar el hipertiroidismo con un examen físico y un análisis de sangre. Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos, terapia con yodo radiactivo y cirugía de tiroides.

17. Diabetes tipo 2

El hambre persistente puede ser un síntoma de diabetes tipo 2. Sin tratamiento, la diabetes hace que la glucosa permanezca en la sangre en lugar de ingresar a las células, que utilizan la glucosa como fuente de energía. Esto puede hacer que una persona se sienta cansada y hambrienta.

Otros síntomas de la diabetes tipo 2 pueden incluir:

  • aumento de la sed
  • micción más frecuente
  • problemas de la vista
  • curación más lenta de cortes y heridas
  • pérdida de peso inexplicable

Las personas con síntomas de diabetes tipo 2 deben consultar a un médico para una evaluación. Un médico a menudo puede diagnosticar la diabetes con un simple análisis de sangre. Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos y cambios en la dieta y el estilo de vida.

Resumen

Una persona puede sentir hambre todo el tiempo por varias razones. Es posible que puedan reducir este hambre haciendo cambios en la dieta como:

  • incluyendo más proteínas y fibra
  • comer menos azúcar y sal
  • bebiendo mas agua
  • limitar los alimentos procesados ​​o fritos
  • consumir menos alcohol

El aumento del hambre puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos. Sin embargo, también puede indicar una condición de salud, como hipertiroidismo, estrés o diabetes tipo 2.

Las personas que experimentan una sensación constante de hambre o una pérdida de peso inexplicable pueden considerar la posibilidad de consultar a un médico.

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