Lo que debe saber sobre las frecuencias respiratorias del recién nacido

Los bebés recién nacidos respiran más rápido que los niños mayores y los adultos. Un recién nacido puede respirar más lentamente cuando duerme, pero su frecuencia respiratoria siempre debe estar dentro de un rango saludable.

La respiración muy rápida o lenta puede indicar una infección u otra afección.

La dificultad para respirar, o dificultad respiratoria, es un problema grave que afecta a alrededor del 7% de los recién nacidos. Algunos signos de dificultad respiratoria en los bebés incluyen respiración ruidosa, aleteo de las fosas nasales, succión del pecho y cambios en el color de la piel o las uñas.

Si un bebé con dificultad para respirar no recibe un tratamiento oportuno, existe el riesgo de complicaciones graves.

Siga leyendo para conocer el rango saludable de frecuencias respiratorias para los recién nacidos. Además, aprenda a medir la frecuencia respiratoria de un recién nacido y qué hacer cuando la frecuencia es más rápida o más lenta.

Tasas respiratorias de recién nacidos sanos

Un recién nacido puede tener una infección si respira muy rápido o lentamente.

Un recién nacido debe realizar entre 40 y 60 respiraciones por minuto. Una sola respiración es una inhalación y una exhalación.

Sin embargo, los investigadores detrás de un estudio de 2016 de 953 bebés recién nacidos a término sanos encontraron que sus frecuencias respiratorias variaban significativamente.

La frecuencia respiratoria promedio fue de 46 respiraciones por minuto 2 horas después del nacimiento. Aún así, alrededor del 5% de los bebés tomaron 65 respiraciones por minuto o más. Esto sugiere que una frecuencia respiratoria ligeramente más rápida puede ser común y saludable, en algunos casos.

La respiración se ralentiza constantemente a medida que el bebé crece. La frecuencia respiratoria típica de un niño pequeño, de entre 1 y 3 años, es de 24 a 40 respiraciones por minuto.

Los bebés que están muy alterados pueden hiperventilar mientras lloran. Si su respiración vuelve a la normalidad, generalmente están bien.

Una frecuencia respiratoria rápida, o taquipnea, tiende a ser más común que una frecuencia lenta en los recién nacidos. La taquipnea generalmente significa que el bebé no está recibiendo suficiente oxígeno y lo compensa respirando con más frecuencia.

Muchos problemas pueden provocar dificultad para respirar en los recién nacidos. Algunos factores de riesgo comunes de dificultad respiratoria incluyen:

  • nacimiento prematuro
  • parto por cesárea
  • inhalar sus propias heces, llamadas meconio, durante el parto
  • un nivel bajo de líquido amniótico, que es una condición llamada oligohidramnios
  • una infección en las membranas fetales o líquido amniótico, que se llama corioamnionitis
  • diabetes gestacional en la madre

Los recién nacidos tienen un mayor riesgo de problemas respiratorios que los bebés mayores o los niños. Algunas causas y factores contribuyentes incluyen:

  • Taquipnea transitoria: implica que el recién nacido respire temporalmente más rápido de lo habitual. Por lo general, no indica un problema grave y tiende a resolverse dentro de las 72 horas, mientras el bebé todavía está en el hospital. Es más común en los nacidos por cesárea.
  • Neumonía: los bebés tienen un alto riesgo de neumonía porque su sistema inmunológico aún no se ha desarrollado por completo. Es posible que los recién nacidos no muestren síntomas, pero pueden experimentar vómitos, fiebre, respiración rápida y con dificultad y una variedad de otros problemas.
  • Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido (HPPN): esto implica que el sistema circulatorio del bebé aún funciona como lo hacía en el útero y dirige demasiada sangre fuera de los pulmones. La HPPN puede causar respiración acelerada, frecuencia cardíaca acelerada y un tinte azul en la piel.
  • Anomalías congénitas: son diferencias en la anatomía que están presentes al nacer. Algunos pueden hacer que un bebé respire constantemente más rápido de lo que es saludable. Estos incluyen anomalías de los pulmones, el corazón, la nariz o las vías respiratorias.
  • Pulmón colapsado: cuando el aire se acumula entre el pulmón y la pared torácica, esto dificulta que el pulmón se infle, lo que impide la respiración. Los pulmones colapsados ​​pueden ocurrir en bebés con anomalías pulmonares o en aquellos que han sufrido una lesión traumática, como una caída o un accidente automovilístico.

Como medirlo

La forma más confiable de medir la respiración del recién nacido es contar el número de respiraciones en 60 segundos. Esto se debe a que algunos recién nacidos respiran a intervalos irregulares. Las personas con dificultad respiratoria tienen más probabilidades de respirar con un patrón inusual.

Los siguientes métodos pueden ayudar a medir la respiración de un recién nacido:

  • Coloque suavemente una mano sobre el estómago o el pecho del bebé. Cada subida del pecho o del estómago cuenta como una sola respiración.
  • Coloque una mano a unos centímetros de las fosas nasales del bebé. Cada exhalación de la nariz cuenta como una sola respiración.

Dormir versus despertar

Los bebés que duermen tienden a respirar más lentamente, a un ritmo cercano a las 30 respiraciones por minuto. Durante el sueño, un bebé también puede respirar a un ritmo irregular o dejar de respirar durante unos segundos.

Si el bebé no muestra otros signos de dificultad respiratoria, la respiración levemente lenta o irregular durante el sueño no suele ser motivo de preocupación.

Los recién nacidos con infecciones respiratorias o trastornos cardíacos o pulmonares tienen un mayor riesgo de tener problemas respiratorios durante la noche. Cualquier persona que tenga inquietudes sobre la respiración nocturna de los bebés debe consultar a un pediatra, quien puede brindarle orientación.

Dificultad respiratoria

La dificultad respiratoria es el término médico para la respiración dificultosa. La dificultad respiratoria duradera puede ser un signo de hipoxia: un nivel bajo de oxígeno en la sangre. La privación de oxígeno puede causar lesiones cerebrales y de órganos, y puede ser fatal.

Un bebé que respira más o menos de lo habitual y muestra signos de dificultad respiratoria necesita atención médica inmediata.

Algunos signos de dificultad respiratoria en los recién nacidos incluyen:

  • Respiración fuerte: los bebés que luchan por respirar pueden gruñir, jadear o chillar.
  • Aleteo de las fosas nasales: el bebé puede ensanchar las fosas nasales para tratar de tomar más aire.
  • Retracción: esto implica succionar el pecho, ya sea entre las costillas, debajo del esternón o por encima de las clavículas. La retracción indica que el bebé está respirando con más dificultad para obtener más oxígeno.
  • Cambios de color: los bebés que experimentan una grave falta de oxígeno pueden cambiar de color. Su piel puede ser pálida o blanca, y sus labios, lengua, dedos o lechos ungueales pueden volverse blancos o azules.

Cuando ver a un doctor

Vigile de cerca a los bebés que respiran muy rápido o lentamente. Si el problema persiste, comuníquese con un médico o partera, o busque atención médica.

Si un bebé muestra alguno de los siguientes signos, llévelo al médico:

  • cualquier signo de dificultad respiratoria
  • respiración irregular que dura más de unos pocos minutos
  • respiración inusual acompañada de fiebre, o cualquier fiebre en un bebé menor de 2 meses
  • respiración inusual después de un baño o estar en el agua
  • respiración inusual después de un episodio de asfixia o casi asfixia

La dificultad respiratoria puede aparecer repentinamente en los recién nacidos y es más peligrosa en los bebés que en los niños mayores. Una persona debe buscar atención médica sin demora.

Si un bebé deja de respirar o pierde el conocimiento, comuníquese con los servicios de emergencia de inmediato. En los Estados Unidos, marque el 911.

Resumen

Los problemas respiratorios en los recién nacidos pueden asustar a los cuidadores. Sin embargo, las causas subyacentes suelen ser tratables. Recibir atención médica inmediata reduce el riesgo de complicaciones graves.

Comuníquese con un médico si un bebé:

  • tiene dificultad para respirar
  • respira rápida o muy lentamente
  • parece enfermo
  • muestra signos de dificultad respiratoria, como respiración ruidosa, aleteo de las fosas nasales, succión del pecho y cambios en el color de la piel o las uñas

Si los síntomas persisten y el médico no está disponible, lleve al bebé a la sala de emergencias.

Comuníquese con los servicios de emergencia de inmediato si un bebé deja de respirar o pierde el conocimiento.

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