Lo que debe saber sobre las lágrimas de MCL

Un desgarro del ligamento colateral medial de la rodilla puede causar dolor, hinchazón y falta de estabilidad en la rodilla. El tratamiento suele consistir en hielo, una rodillera y fisioterapia. La cirugía puede ser necesaria en casos raros.

El ligamento colateral medial (MCL) conecta los huesos del muslo y la parte inferior de la pierna. El MCL corre a lo largo del interior de la rodilla, mientras que el ligamento colateral lateral (LCL) corre a lo largo del exterior de la rodilla. Juntos, estos dos ligamentos, junto con otros, ayudan a mantener la rodilla en su lugar.

Los ligamentos consisten en tejido conectivo fuerte. Un esguince estira el ligamento, que puede aflojarse después de una lesión grave. Un desgarro es una lesión más grave que divide el ligamento en dos. Cuando alguien rasga el MCL, es posible que no mantenga la rodilla en su lugar con tanta seguridad.

Las lesiones del MCL a menudo ocurren durante los deportes de contacto. El contacto directo con la parte exterior de la rodilla durante una colisión puede empujar la rodilla hacia los lados. Esto ejerce mucha presión sobre el MCL, que puede romperse. Contraer el músculo al correr y girar también puede ejercer suficiente tensión en el ligamento como para torcerlo o desgarrarlo.

Síntomas


Un desgarro de MCL causa dolor en el interior de la rodilla. Es probable que el desgarro del MCL cause un dolor más intenso que el esguince del ligamento. Una persona puede notar un chasquido en el momento de la lesión. Este es el sonido del desgarro del MCL.

Es probable que una persona note hinchazón en el área, lo que puede no ocurrir de inmediato. La hinchazón puede extenderse a otras áreas de la articulación de la rodilla en los días posteriores a la lesión.

La rodilla puede sentirse rígida y una persona puede tener dificultad para estirar la pierna o doblar la rodilla. También pueden encontrar un desafío subir las escaleras o sentarse en una silla, ya que esto les obliga a doblar la rodilla.

Un MCL desgarrado puede afectar la estabilidad de la rodilla. Una persona puede sentir que su rodilla podría ceder o que su rótula se siente floja.

Es posible dañar otros ligamentos al mismo tiempo que el MCL. Si un golpe en la rodilla es severo, podría dañar:

  • el LCL en la parte exterior de la rodilla
  • el ligamento cruzado anterior (LCA), que conecta los huesos del muslo y la parte inferior de la pierna en la parte delantera de la rodilla

Esto causa dolor en estas partes de la rodilla. Una lesión puede tardar más en sanar si una persona daña varios ligamentos.

Diagnóstico

Por lo general, un médico le preguntará sobre la actividad que provocó la lesión; por ejemplo, una colisión con otro jugador durante un deporte de contacto. Es probable que pregunten sobre cualquier síntoma.

Un médico debería poder diagnosticar un desgarro del MCL después de un examen físico de la rodilla. Un médico puede comparar una rodilla con la otra, mirar de cerca la rodilla lesionada y palpar suavemente si hay hinchazón y la ubicación de la sensibilidad.

Un médico puede realizar más pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico. Una resonancia magnética proporciona una imagen de los tejidos blandos del cuerpo y puede mostrar un desgarro en el MCL. Una radiografía puede proporcionar más información si un médico sospecha que hay un hueso roto dentro o alrededor de la rodilla.

Tratamiento

La fisioterapia puede ayudar al proceso de curación.

Poner hielo sobre la lesión ayudará a reducir la hinchazón y aliviará el dolor. Sostenga un poco de hielo picado contra el costado de la rodilla lesionada durante 15 a 20 minutos y repita según sea necesario, dejando un intervalo de 1 hora entre tratamientos. Levantar la rodilla en una silla o taburete puede ayudar a aliviar la incomodidad.

Proteja el MCL mientras se cura para evitar más lesiones y acelerar el tiempo de recuperación. Una rodillera puede ayudar a prevenir cualquier movimiento lateral de la articulación de la rodilla y proteger el MCL de la tensión y la presión.

Si un desgarro del MCL es grave, un médico puede recomendar que una persona use muletas para evitar poner peso sobre la articulación de la rodilla.

Descansar la rodilla después de un desgarro del MCL puede ayudar a acelerar la curación. Las personas deben evitar los deportes de contacto y los movimientos que ejerzan demasiada presión sobre el MCL hasta que la lesión se cure por completo. Esto puede ayudar a prevenir daños mayores.

En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía. Si la ubicación de un desgarro del MCL significa que es poco probable que sane, o si una persona se ha desgarrado más de un ligamento, un médico puede recomendar una cirugía. La cirugía implica volver a conectar los extremos del ligamento o volver a unirlo al hueso si es necesario.

La fisioterapia puede ayudar a una persona a recuperar el movimiento normal de la rodilla. Hacer ejercicios suaves recomendados por un fisioterapeuta también puede ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, lo que favorecerá la curación.

Ejercicios

Un fisioterapeuta podrá aconsejarle sobre ejercicios de fortalecimiento para ayudar a la recuperación después de un desgarro del MCL. Algunos ejercicios posibles pueden incluir:

1. Flexión de isquiotibiales

  • Párate derecho, activando los músculos del estómago.
  • Párese sobre una pierna y doble lentamente la rodilla opuesta llevando el talón hacia las nalgas.
  • Mantenga durante 30 segundos antes de repetir en el otro lado del cuerpo.
  • Una persona puede sostenerse de una silla o mesa como apoyo si es necesario.

2. Tobogán de pared

  • De pie, con ambos pies apoyados en el suelo, coloque la espalda firmemente contra una pared.
  • Deslícese lentamente hacia abajo, manteniendo la espalda contra la pared hasta llegar a una posición en cuclillas.
  • Mantenga durante 30 segundos.
  • Empuje hacia arriba desde los pies para ponerse de pie, manteniendo la espalda plana contra la pared.
  • Repita de 10 a 15 veces.

3. Sentadilla en silla

  • De pie sobre una pierna, agáchese lentamente para sentarse en una silla.
  • Regrese a la posición de pie, nuevamente de pie sobre una pierna.
  • Doble la cintura y mantenga el cuerpo en línea recta cuando esté de pie.
  • Es posible que una persona necesite prepararse para sentarse completamente en la silla.

Recuperación

La recuperación es diferente para cada persona y dependerá de la gravedad del desgarro del MCL. Según la Asociación Estadounidense de Terapia Física (APTA), una lesión menor en el MCL puede tardar 2 semanas en sanar. Un desgarro más severo podría tardar 2 meses o más.

La recuperación generalmente significa poder caminar sin cojear o mover la rodilla completamente sin dolor. Realice movimientos regulares y niveles normales de ejercicio lentamente para ayudar a prevenir una lesión mayor.

Un médico o fisioterapeuta podrá aconsejarle cuándo volver a sus actividades habituales. Pueden recomendar el uso de una rodillera para sostener la articulación y los ligamentos después de un desgarro del MCL.

Prevención

Las personas que practican deportes de contacto, como el fútbol, ​​corren el riesgo de sufrir lesiones en las rodillas.

La mayoría de las lesiones del MCL ocurren durante los deportes de contacto. Este tipo de lesión también puede ocurrir después de un accidente, al torcer o girar la rodilla de forma no natural, o durante una actividad, como esquiar, que ejerce presión sobre las rodillas.

No siempre es posible evitar estas situaciones, pero calentar y mantener fuertes los músculos alrededor de las rodillas puede ayudar a prevenir un desgarro del MCL. Si los músculos y ligamentos son fuertes y flexibles, es más probable que se estiren en lugar de desgarrarse.

El uso de zapatos que le queden bien y la protección adecuada durante los deportes puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones. APTA ofrece consejos sobre cómo minimizar las lesiones en las rodillas durante el esquí, incluido mantenerse dentro de los límites de capacidad y mantener el equilibrio durante la posición de quitanieves.

Estar cansado o hacer ejercicio con una lesión existente puede aumentar el riesgo de accidentes. Correr sobre superficies irregulares puede aumentar el riesgo de caerse o torcerse la rodilla.

Después de un desgarro del MCL, tomarse el tiempo suficiente para recuperarse puede prevenir otra lesión. Para las personas que practican deportes de contacto, hacer ejercicio y mantenerse fuertes durante todo el año puede ayudar a prevenir lesiones.

Resumen

Tomar medidas inmediatas para colocar hielo y descansar la rodilla después de un desgarro del MCL puede promover la curación. Volver a la actividad física demasiado pronto puede aumentar el riesgo de sufrir más daños.

Una persona puede recibir consejos para apoyar la rodilla con un aparato ortopédico o hacer ejercicios de fortalecimiento. Con tratamiento, incluso una lesión grave del MCL debería sanar en unos pocos meses.

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