Tipos de ataque cardíaco: lo que necesita saber

Los ataques cardíacos representan un riesgo grave para la salud y pueden poner en peligro la vida. Ocurren cuando un bloqueo en las arterias coronarias interrumpe el flujo sanguíneo al corazón, lo que puede causar daño permanente.

Hay tres tipos de enfermedad de las arterias coronarias que pueden provocar un ataque cardíaco. Estos son:

  • Infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI)
  • infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI)
  • espasmo de la arteria coronaria

En este artículo, describimos estos tres tipos de enfermedades, sus factores de riesgo y cómo se tratan.

¿Qué es un infarto?

Un ataque cardíaco ocurre cuando se desarrolla un bloqueo en las arterias coronarias.

Las arterias coronarias llevan sangre al corazón, lo que le permite funcionar. Un ataque cardíaco, también conocido como infarto de miocardio, ocurre cuando se desarrolla un bloqueo en las arterias coronarias y restringe el flujo de sangre al corazón.

Los bloqueos ocurren cuando la grasa, el colesterol y otras sustancias se acumulan, formando depósitos llamados placas en los vasos sanguíneos. Estas placas pueden dañarse con el tiempo y liberar plaquetas.

Las plaquetas pueden hacer que la sangre se coagule. Pueden acumularse alrededor de una placa, bloqueando eventualmente el flujo sanguíneo.

Al restringir el flujo sanguíneo, estos bloqueos pueden dañar el músculo cardíaco. La gravedad del daño dependerá del tamaño del bloqueo. Cuando la sangre no llega a un segmento significativo del corazón, el daño será más extenso.

Un paro cardíaco a menudo se etiqueta erróneamente como un ataque cardíaco. Sin embargo, un paro cardíaco ocurre cuando el corazón deja de funcionar abruptamente.

Tipos

Un ataque cardíaco es el resultado de uno de los siguientes tipos de enfermedad de las arterias coronarias:

STEMI

Un ataque cardíaco STEMI es severo y requiere atención inmediata.

Estos ataques ocurren cuando la arteria coronaria está completamente bloqueada, lo que evita que la sangre llegue a una gran área del corazón. Esto causa un daño progresivo al músculo cardíaco, que eventualmente puede hacer que deje de funcionar.

NSTEMI

Los ataques cardíacos NSTEMI ocurren cuando la arteria coronaria está parcialmente bloqueada y el flujo sanguíneo está severamente restringido. Si bien son menos peligrosos que los ataques cardíacos STEMI, pueden causar daños permanentes.

Espasmo de la arteria coronaria

Estos espasmos también se denominan ataques cardíacos silenciosos o angina inestable. Ocurren cuando las arterias conectadas al corazón se contraen, impidiendo o restringiendo el flujo sanguíneo al corazón.

Los síntomas no causan daño permanente y son menos graves que los de otros tipos de enfermedad de las arterias coronarias.

Es posible confundir un espasmo de la arteria coronaria con una afección menor, como la indigestión. Sin embargo, tener un espasmo de la arteria coronaria puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco más grave.

Tratamiento

La terapia de oxígeno a menudo se administrará inmediatamente después de un ataque cardíaco.

Independientemente de la causa, todos los ataques cardíacos requieren atención médica inmediata. El tratamiento utilizado dependerá del tipo de enfermedad de las arterias coronarias.

En la mayoría de los casos, los profesionales médicos administrarán un tratamiento inmediato antes de determinar el tipo o la gravedad del ataque. Este tratamiento puede involucrar:

  • aspirina para reducir aún más la coagulación de la sangre
  • terapia de oxigeno
  • nitroglicerina para apoyar el flujo sanguíneo
  • esfuerzos para reducir el dolor de pecho

Una vez que un médico ha determinado el tipo de ataque cardíaco, se necesita más tratamiento para estimular el flujo sanguíneo. Cuando la enfermedad de las arterias coronarias subyacente es menos grave, esto se puede hacer con medicamentos.

  • Los destructores de coágulos, también conocidos como medicamentos trombolíticos, ayudan a disolver los coágulos de sangre que causan los bloqueos.
  • Los anticoagulantes, también conocidos como anticoagulantes, previenen una mayor coagulación.
  • Los medicamentos para la presión arterial, como los inhibidores de la ECA, ayudan a mantener un flujo sanguíneo saludable y reducen la presión.
  • Las estatinas pueden reducir el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad.
  • Los betabloqueantes pueden reducir la carga de trabajo del corazón y el dolor de pecho.

Los médicos también pueden realizar una intervención coronaria percutánea. Esto implica insertar un tubo delgado, o catéter, en la arteria coronaria estrechada o bloqueada. El extremo del tubo se infla, creando más espacio en la arteria, de modo que pueda llegar más sangre al corazón.

En algunos casos, también se insertará un stent durante el procedimiento. Este pequeño dispositivo de metal está diseñado para evitar futuros bloqueos.

La cirugía puede ser necesaria en casos graves. El tipo más común es un bypass de la arteria coronaria, que implica mover un vaso sanguíneo desde otra parte del cuerpo hasta la arteria bloqueada. El vaso agregado permitirá que la sangre fluya alrededor del bloqueo y llegue al corazón.

Recuperación

La recuperación puede variar significativamente, según el tipo de ataque cardíaco, su gravedad y cómo se trató.

A menudo, una persona puede volver a sus actividades normales en una semana. Sin embargo, cuando la enfermedad de las arterias coronarias subyacente era más grave, puede llevar meses recuperarse de un ataque cardíaco.

Después de cualquier tipo de ataque cardíaco, un médico a menudo recomendará rehabilitación cardíaca, que puede enseñar a una persona a mantener un estilo de vida saludable y minimizar el riesgo de otro ataque. Se pueden sugerir cambios en los niveles de actividad física y dieta.

Factores de riesgo

La presión arterial alta puede aumentar el riesgo de un ataque cardíaco.

Algunas personas pueden ser más vulnerables a los ataques cardíacos. Los factores de riesgo comunes incluyen:

  • Alta presión sanguínea
  • obesidad o sobrepeso
  • una dieta deficiente, particularmente una alta en grasas trans o saturadas
  • bajos niveles de actividad física
  • fumar tabaco
  • mayor edad
  • diabetes o niveles altos de azúcar en sangre
  • antecedentes familiares de enfermedad cardíaca

Prevención

Una persona puede reducir su riesgo de sufrir un ataque cardíaco al:

  • hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa por semana
  • reduciendo estrés
  • no fumar
  • comer una dieta rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y pescado azul
  • mantener un peso saludable

Los ataques cardíacos no siempre se pueden prevenir porque la genética es un factor. Sin embargo, con simples cambios en el estilo de vida, una persona puede tomar medidas importantes para reducir su riesgo.

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