Mitos y realidades sobre el pene cautivo

Penis captivus supuestamente ocurre cuando un pene se atasca en una vagina durante las relaciones sexuales. Los informes de que esto suceda son increíblemente raros.

Muy pocos informes han documentado la existencia de pene cautivo. Los informes que existen han llevado a muchas personas a preguntarse si realmente sucede.

Que el pene se atasque en la vagina es un posible resultado de una afección llamada vaginismo, en la que la vagina se cierra involuntariamente debido a espasmos musculares en el piso pélvico.

Si se produce el pene cautivo, es probable que el efecto sea muy temporal. Si ambos miembros de la pareja se relajan y le dan algo de tiempo, los músculos deberían relajarse, permitiendo que la pareja se separe.

¿Puede suceder?

Los informes clínicos de pene cautivo son tan raros que muchos médicos cuestionan su existencia.

Ha habido tan pocos informes creíbles de pene cautivo que algunas personas, incluidos algunos médicos, cuestionan su existencia.

Los casos notificados son pocos y distantes, y los casos bien documentados son aún más raros.

Una reseña que apareció en el BMJ en 1979 señala que la existencia de la condición se estableció más por rumores que por hechos. El autor de la revisión destacó las escasas referencias a la afección en la literatura médica, con los relatos más completos del pene cautivo publicados en el siglo XIX y principios del XX.

El autor concluye que aunque el pene cautivo puede parecer un mito, los médicos lo han informado. Dicho esto, estos informes son extremadamente raros.

La falta de documentación médica puede deberse al carácter temporal del fenómeno; si el pene cautivo fuera lo suficientemente severo de forma rutinaria como para requerir atención médica, probablemente habría inspirado más informes.

En 1980, un médico respondió a la revisión de 1979 y escribió al BMJ para confirmar la existencia de pene cautivo.

Habla de una joven pareja afectada por la afección que llegó al hospital en ambulancia en 1947. Es importante señalar que se trata de una evidencia anecdótica, que tiene menos credibilidad que el informe de un caso, por ejemplo.

¿Cómo puede ocurrir?

Durante la excitación, el pene se llena de sangre y se pone erecto en preparación para las relaciones sexuales. Para las mujeres, las paredes de la vagina se relajan y la vulva se lubrica en preparación para la penetración sexual.

Las paredes vaginales están formadas por tejido muscular, que se expande y contrae en diferentes momentos durante las relaciones sexuales, como durante un orgasmo. Estas contracciones pueden ser muy fuertes y, a veces, más fuertes de lo habitual.

En algunos casos raros, la vagina puede contraerse con suficiente fuerza para agarrarse al pene. Esto podría dificultar la separación de los socios.

Sin embargo, una vez que cesan estas contracciones vaginales, las paredes vaginales se relajarán. El tiempo que se necesita para que esto suceda varía. La sangre eventualmente fluirá fuera del pene y se volverá más pequeño y más suave. Cuando ocurre una o ambas cosas, los socios deben poder separarse.

Debido a la falta de documentación médica, puede ser seguro asumir que el pene cautivo, cuando ocurre, es un fenómeno temporal que solo puede causar una incomodidad fugaz.

Que hacer si ocurre

Si alguno de los miembros de la pareja siente que el pene cautivo comienza a suceder, deben tratar de mantener la calma. El estrés adicional puede conducir a una mayor tensión muscular, lo que puede hacer que el fenómeno dure más tiempo.

Es importante no intentar sacar el pene de la vagina a la fuerza. Hacerlo puede dañar a uno o ambos socios. También es importante no intentar abrir la vagina o sacar el pene manualmente.

Respirar profundamente puede ayudar a que ambos miembros de la pareja se calmen o mantengan la calma. Distraerse el uno al otro o hacer una broma sobre la situación también puede aliviar la tensión y reducir la excitación en los genitales.

Mantener la calma y permitir que los músculos de ambos cuerpos se relajen puede ayudar a resolver el problema lo antes posible sin complicaciones.

Si este fenómeno ocurre, es probable que solo dure un momento antes de que el pene y la vagina se relajen.

¿Qué es el vaginismo?

El vaginismo puede dificultar la inserción de tampones.

El pene cautivo puede resultar de una condición llamada vaginismo.

El vaginismo implica espasmos involuntarios en los músculos del suelo pélvico de la mujer. Los espasmos pueden dificultar o imposibilitar actividades como la inserción de tampones. Los espasmos también pueden interrumpir el sexo con penetración o hacer que sea incómodo para uno o ambos socios.

Una persona puede tener una experiencia de vaginismo muy diferente a la de otra. Los síntomas pueden variar desde una leve sensación de ardor durante las relaciones sexuales hasta contracciones severas y dolorosas que cierran la vagina por completo.

Es posible que una contracción tan extrema pueda ocurrir durante el coito con penetración. En este caso, el pene puede quedar atrapado momentáneamente en la vagina.

Las causas del vaginismo son variadas. Pueden involucrar factores físicos, emocionales o psicológicos, o una combinación de los tres. Para algunas personas, el vaginismo surge de una respuesta emocional o psicológica a la inserción de cualquier cosa en la vagina, ya sea que el contexto sea sexual o no.

Por tanto, el tratamiento del vaginismo puede resultar complicado para algunas personas. Por ejemplo, un estudio que aparece en la revista Salud de la mujer BMC informa que algunas opciones de tratamiento implican el uso de herramientas como dilatadores vaginales.

Con la ayuda de un fisioterapeuta que se especializa en los músculos del suelo pélvico, es más probable que tenga éxito. También pueden ayudar a una persona a descubrir barreras psicológicas.

Algunas personas con vaginismo encuentran beneficiosa la terapia cognitivo-conductual. Sin embargo, para algunas personas con la afección, es posible que el sexo con penetración nunca sea del todo cómodo.

En general, el tratamiento del vaginismo puede llevar tiempo. Requiere paciencia y una comunicación abierta entre la persona con la afección, su pareja y su médico.

Resumen

El pene cautivo parece ser extremadamente raro, hasta el punto de que muchas personas lo consideran un mito.

Dada la falta de evidencia, es imposible decir con certeza con qué frecuencia ocurre el pene cautivo. Es probable que los médicos documenten cualquier caso de esta rara condición, y ha habido muy pocos casos reportados a lo largo de la historia médica.

Si ocurre el pene cautivo, es probable que solo dure unos segundos o minutos. Mantener la calma y permitir que los músculos de la vagina y el pene se relajen debería resolver el problema, permitiendo que la pareja se separe.

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