El síntoma de la menopausia puede desencadenar confusión mental en sobrevivientes de cáncer de mama

Un nuevo estudio sugiere que los sudores nocturnos podrían tener un impacto negativo en la función cognitiva en mujeres que duermen por períodos más largos y que tienen antecedentes de cáncer de mama.

Una nueva investigación sugiere que los sudores nocturnos pueden afectar la cognición en mujeres menopáusicas que han tenido cáncer de mama.

El autor principal del estudio, John Bark, y sus colegas de la Universidad de Illinois en Chicago presentaron recientemente sus hallazgos en la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, en Chicago.

La menopausia es un hito natural en la vida de una mujer, que marca la transición de la edad fértil a la mediana edad.

Para muchas, los síntomas de la menopausia pueden ser sorprendentes y tener efectos graves en la salud. Ahora ha surgido que un síntoma de este cambio podría estar contribuyendo al deterioro cognitivo en algunas mujeres.

¿Qué es la niebla mental?

Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan sudores nocturnos y sofocos, conocidos como síntomas vasomotores.

Para la mayoría, estos síntomas causan malestar físico transitorio, pero un nuevo estudio los relaciona con alguna disfunción cognitiva, conocida como niebla mental.

La niebla mental es un término que puede abarcar cognición reducida, dificultad para concentrarse y realizar múltiples tareas, y desafíos relacionados con la memoria. Estas y otras manifestaciones pueden ser lo suficientemente graves como para interrumpir la vida diaria.

Anteriormente, los investigadores creían que una mayor duración del sueño era beneficiosa para la función cognitiva en las mujeres que atravesaban la menopausia, tanto si experimentaban síntomas vasomotores como si no.

Sin embargo, una nueva investigación sugiere que las mujeres que experimentan sudores nocturnos frecuentes son más vulnerables a la disfunción cognitiva.

El equipo descubrió que los períodos de sueño más prolongados se asociaban con un aumento de la sudoración nocturna, lo que, a su vez, puede tener un impacto en la función cognitiva. La nueva investigación muestra que esta asociación está presente en mujeres que han recibido un diagnóstico de cáncer de mama en el pasado.

Resultados del estudio

Estos resultados se basan en el resultado de estudios previos que han demostrado una asociación entre los sofocos diurnos y un efecto negativo en el rendimiento de la memoria.

Históricamente, los estudios sobre los síntomas vasomotores y la confusión mental se han centrado en mujeres que no habían recibido un diagnóstico de cáncer de mama. El presente estudio extendió la hipótesis a aquellos con antecedentes de la enfermedad.

El objetivo del estudio fue examinar cómo los síntomas vasomotores y la cantidad de sueño se relacionan con la cognición entre las mujeres que atraviesan la menopausia y que han tenido cáncer de mama.

El equipo se centró en un subconjunto de datos de un estudio que evaluó un tratamiento para los síntomas vasomotores de la menopausia. El análisis inicial incluyó datos de 33 participantes que habían participado en el estudio y que también tenían antecedentes de cáncer de mama.

Los investigadores pidieron a los participantes que se sometieran a pruebas de función cognitiva, así como a evaluaciones de la conductancia cutánea de los síntomas vasomotores físicos y al control del sueño.

A lo largo de la cohorte, las mujeres que experimentaban sudores nocturnos más frecuentes tenían más probabilidades de dormir durante períodos más prolongados.

Además, la asociación entre los sudores nocturnos y el tiempo total de sueño fue tal que el efecto sobre la cognición dependió de la frecuencia de los sudores nocturnos.

Cuanto más frecuentes son los sudores nocturnos, menor es el rendimiento cognitivo. Específicamente, esto tuvo un efecto negativo en la capacidad de atención, la memoria de trabajo y la función ejecutiva.

Existen limitaciones para el estudio. Por ejemplo, la cohorte era muy pequeña. Además, este estudio no ha dilucidado si los efectos de la menopausia resultan en un deterioro cognitivo a largo plazo después de que finaliza la transición.

También hay una falta de datos moleculares para corroborar los resultados, y el mecanismo biológico detrás de cualquier asociación entre los sudores nocturnos y la cognición reducida sigue sin estar claro.

¿Cómo puede un sueño más prolongado aumentar la confusión mental?

Los investigadores encontraron que, a diferencia de los sudores nocturnos, los sofocos diurnos no aumentaron la confusión mental.

Los autores sugieren que las mujeres que experimentan sudores nocturnos durante la menopausia pueden ser más vulnerables a los déficits de la corteza prefrontal, como la disminución de la atención y la función ejecutiva.

Ahora es posible que los síntomas vasomotores, y los sudores nocturnos en particular, se conviertan en un factor de riesgo modificable para el deterioro cognitivo durante la menopausia en mujeres que han tenido cáncer de mama.

Bark dice del estudio: "Este trabajo presenta nuevos conocimientos sobre la influencia de los síntomas de la menopausia en el rendimiento cognitivo entre las mujeres con antecedentes de cáncer de mama".

"[El estudio] plantea la posibilidad de que los tratamientos de sofocos podrían beneficiar la cognición en estas mujeres a través de los efectos sobre el sueño".

John Bark, autor principal

Los investigadores esperan que estos datos ayuden a los médicos a desarrollar opciones de tratamiento eficaces para los síntomas de la menopausia.

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