Inflamación: ¿Qué nos pueden enseñar las focas buceadoras?

A medida que los científicos profundizan en la inflamación, su papel en la salud y la enfermedad se está enfocando. Un nuevo estudio investiga los pulmones de las focas que se sumergen profundamente y proporciona nuevos conocimientos.

Los pulmones de los elefantes marinos pueden ayudar a diseñar los fármacos antiinflamatorios del futuro.

Aunque la inflamación no es intrínsecamente mala, es una forma en que el cuerpo se protege de más daños y acelera la curación, cuando se escapa, puede causar más daño que bien.

Con un papel en enfermedades aparentemente no relacionadas, como la diabetes, la esquizofrenia y las enfermedades autoinmunes, ha comenzado la carrera para que los científicos comprendan cómo podrían reinar en este proceso.

Aunque están desentrañando lentamente los mecanismos detrás de la inflamación, los investigadores aún tienen mucho más trabajo por hacer.

Como parte de esta búsqueda, están buscando en lugares inusuales. Por ejemplo, un estudio reciente, publicado en el Revista de biología experimental, examina detenidamente los pulmones de los mamíferos marinos.

Estudiar buceadores profundos

Un equipo de investigadores con base en varias instituciones de los Estados Unidos decidió investigar dos pinnípedos en particular: el elefante y las focas de Weddell.

Las focas de Weddell pueden sumergirse a profundidades de más de 600 metros, y se han registrado elefantes marinos descendiendo más de 2 kilómetros. A esas profundidades, la presión del agua alrededor del sello es aproximadamente 240 veces mayor que la presión del aire al nivel del mar.

Entre la variedad de desafíos fisiológicos que presenta el buceo profundo, los pulmones reciben un golpe significativo. Durante una inmersión, para evitar la absorción de nitrógeno, los pulmones de la foca colapsan, aplastando los tejidos; luego, en su regreso a la superficie, la sangre se precipita de regreso a velocidades increíbles.

En la mayoría de los mamíferos, este tipo de tratamiento de los tejidos sensibles provoca un daño generalizado. Sin embargo, según los autores de este intrigante estudio, "no hay evidencia de que el buceo dañe la función pulmonar en estas especies".

Dirigidos por Allyson Hindle de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, MA, y Milton Levin de la Universidad de Connecticut en Storrs, los científicos querían comprender más sobre cómo las focas se enfrentan a eventos pulmonares tan extremos. Específicamente, querían comprender si una respuesta inflamatoria reducida podría brindar protección.

Desafiantes pulmones de foca

Para probar su teoría, aplicaron un lipopolisacárido, una toxina bacteriana, para sellar muestras de sangre; esta endotoxina produce una respuesta inmune robusta y confiable en los vertebrados. En la mayoría de los animales, tal afrenta causaría inflamación; en la sangre de foca, sin embargo, apenas hubo respuesta. Cuando se agregó la misma toxina a la sangre humana, la reacción fue 50 a 500 veces más fuerte.

A continuación, agregaron suero de foca a las células inmunes extraídas de ratones; el suero redujo significativamente la respuesta inflamatoria a la toxina. Los autores escriben:

"Estos datos sugieren que el suero de foca posee propiedades antiinflamatorias, que pueden proteger a los buceadores profundos de los desafíos inflamatorios que ocurren naturalmente, como la hipoxia-desoxigenación inducida por el buceo y el colapso pulmonar".

Los investigadores esperan que esta línea de investigación pueda conducir a intervenciones médicas más allá de la protección de los pulmones de los buceadores. Por ejemplo, algún día podría usarse para extender la vida útil de los órganos trasplantados y ayudar a tratar las lesiones pulmonares agudas.

Se necesitará mucho más trabajo antes de que entendamos qué componentes del suero tienen estos poderes antiinflamatorios milagrosos, pero los hallazgos son emocionantes. En el futuro, una vez que se identifiquen los ingredientes activos, se agregará otra pieza del rompecabezas inflamatorio.

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