¿Cómo afecta la artritis reumatoide a los pulmones?

Con el tiempo, la artritis reumatoide puede provocar daño en el tejido pulmonar, lo que puede provocar una afección llamada fibrosis pulmonar. Con esta afección, el tejido pulmonar se vuelve grueso y cicatrizado, lo que dificulta la absorción de oxígeno en el torrente sanguíneo.

La artritis reumatoide (AR) es un trastorno inflamatorio autoinmune que causa dolor crónico en las articulaciones. La AR también puede afectar otros órganos, como los pulmones, provocando graves problemas respiratorios.

El riesgo de desarrollar fibrosis pulmonar es mayor en personas que:

  • son fumadores frecuentes
  • a menudo entran en contacto con la contaminación ambiental
  • tiene antecedentes familiares de fibrosis pulmonar
  • use regularmente medicamentos antiinflamatorios

Los médicos aún no comprenden completamente el vínculo entre la AR y la fibrosis pulmonar, pero la evidencia muestra que hasta el 40 por ciento de las personas con AR tienen fibrosis pulmonar.

Síntomas

La artritis reumatoide puede afectar los pulmones. Los síntomas potenciales incluyen tos y dificultad para respirar.

Los síntomas de la AR varían en tipo y gravedad y pueden aparecer y desaparecer.

Cuando la enfermedad está activa, se conoce como brote. Durante un brote, los síntomas pueden variar en duración e intensidad.

Los síntomas comunes de la AR incluyen:

  • rigidez matutina que dura 30 minutos o más
  • sensibilidad, dolor o hinchazón en las articulaciones, que duran 6 semanas o más
  • dolor en las articulaciones de ambos lados del cuerpo
  • dolor en las articulaciones más pequeñas, como las manos, muñecas y pies

Cuando la AR conduce a problemas pulmonares, las personas pueden experimentar los siguientes síntomas:

  • dificultad para respirar
  • tos seca persistente
  • sensación frecuente de cansancio
  • pérdida de peso repentina e inexplicable

Diagnóstico de AR y fibrosis pulmonar

Por lo general, la fibrosis pulmonar y los problemas pulmonares relacionados se desarrollan en personas que han vivido con AR durante varios años. Esto significa que los médicos suelen diagnosticar la AR antes que la fibrosis pulmonar.

Sin embargo, un estudio en la revista Revisión respiratoria europea informó que entre el 10 y el 20 por ciento de las personas experimentaron síntomas de problemas respiratorios antes de desarrollar los síntomas típicos de la AR.

Diagnóstico de AR

Un médico puede recomendar un análisis de sangre para diagnosticar la AR.

Los médicos diagnostican la AR preguntando sobre el historial médico de una persona, realizando un examen físico completo y solicitando una serie de imágenes y análisis de sangre.

Estas pruebas verifican:

  • articulaciones inflamadas
  • el grado de dolor que experimenta una persona
  • la presencia de anticuerpos en la sangre llamados factor reumatoide
  • anomalías en los huesos y las articulaciones

Las pruebas comunes para diagnosticar la AR incluyen:

  • Velocidad de sedimentación globular (VSG): prueba que mide la rapidez con la que los glóbulos rojos se depositan en el fondo de un tubo de ensayo. La prueba de ESR indica la presencia de una afección inflamatoria, como la AR, pero no puede diagnosticar la AR por sí sola.
  • Prueba de proteína C reactiva (PCR): prueba que indica el nivel de proteína C reactiva en la sangre. Los niveles más altos de PCR en la sangre pueden indicar inflamación o infección en el cuerpo.
  • Análisis de sangre completo: prueba para detectar anemia. Un estudio de 2017 en el Revista mundial de investigación médica y farmacéutica informó que el 60 por ciento de los sudaneses con AR en el estudio también tenían anemia.

Diagnóstico de fibrosis pulmonar

Un médico solicitará una o más de las siguientes pruebas para ayudar a diagnosticar la fibrosis pulmonar.

  • oximetría de pulso
  • prueba de función pulmonar
  • pruebas de imágenes, como radiografías de tórax o tomografías computarizadas
  • biopsia de tejido pulmonar
  • prueba de gasometría arterial

Estas pruebas muestran si hay inflamación o daño en el tejido pulmonar. También miden los niveles de oxígeno, dióxido de carbono y capacidad de aire en los pulmones.

Complicaciones de la AR y la fibrosis pulmonar

Las complicaciones de la fibrosis pulmonar ligada a la AR pueden poner en peligro la vida si no se tratan con prontitud.

Las complicaciones incluyen:

  • hipertensión pulmonar, que es presión arterial alta en los pulmones
  • derrame pleural, que es una acumulación de líquido entre el pulmón y la pared torácica
  • un pulmón colapsado
  • insuficiencia respiratoria
  • neumonía intersticial

Cuando ver a un doctor

Un médico debe evaluar los problemas pulmonares que duran más de un mes.

Según la Sociedad Nacional de Artritis Reumatoide, las personas deben consultar a su médico si experimentan problemas pulmonares durante más de 1 mes.

También deben consultar a un médico si experimentan dificultad para respirar repentina pero severa y regular mientras realizan las tareas diarias.

El médico evaluará el alcance del problema y puede derivarlo a un especialista llamado reumatólogo si es necesario.

Tratamiento para la AR y la fibrosis pulmonar

Tanto la AR como la fibrosis pulmonar no tienen cura, por lo que los objetivos del tratamiento apuntan a controlar los síntomas y reducir la progresión de la enfermedad.

Los medicamentos y tratamientos para controlar la fibrosis pulmonar ligada a la AR pueden incluir:

  • medicamentos antiinflamatorios
  • corticosteroides e inmunosupresores
  • terapia de oxígeno para proporcionar alivio y permitir una respiración más fácil
  • terapia de rehabilitación pulmonar
  • cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y aumentar la actividad física para fortalecer los pulmones

panorama

La fibrosis pulmonar ligada a la AR progresa de manera diferente de una persona a otra. Algunas personas experimentan un empeoramiento de los síntomas en unos meses, mientras que en otras, la enfermedad puede tardar algunos años en avanzar.

Las diferencias en la progresión pueden deberse a que la edad, la genética y el estilo de vida influyen en el desarrollo de ambas afecciones.

Según un estudio en Conocimientos médicos clínicos: medicina circulatoria, respiratoria y pulmonar la esperanza de vida promedio para alguien con fibrosis pulmonar es de 2.5 a 5 años, aunque esto es simplemente una estimación extraída de estudios de población a gran escala.

Si una persona tiene AR y experimenta problemas pulmonares, debe hablar con un médico lo antes posible sobre la naturaleza y la frecuencia de los síntomas. Los avances recientes en la medicación y el tratamiento han mejorado tanto el manejo de los síntomas como la calidad de vida a largo plazo.

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