Todo lo que necesita saber sobre el síndrome del intestino irritable (SII)

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El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal a largo plazo que puede causar molestias persistentes. Sin embargo, la mayoría de las personas no experimentarán complicaciones graves.

Las personas también se refieren al SII como colitis espástica, colitis mucosa y colon nervioso. Es una condición crónica. Sin embargo, sus síntomas tienden a cambiar con los años. Los síntomas a menudo mejoran a medida que las personas aprenden a controlar la afección.

Hasta hace poco, los científicos no estaban seguros de qué causaba el SII, pero existe una creciente evidencia de que los microbios presentes durante la gastroenteritis infecciosa pueden desencadenar una reacción a largo plazo.

En este artículo, discutimos los síntomas, las causas y el tratamiento, y cómo la dieta puede afectar al IBS.

Síntomas

Una persona con SII puede experimentar dolor abdominal y calambres.

Los síntomas más comunes del SII incluyen:

  • cambios en los hábitos intestinales
  • dolor y calambres abdominales, que a menudo se reducen después de defecar
  • una sensación de que los intestinos no están vacíos después de defecar
  • pasando el exceso de gas
  • el paso de moco del recto
  • una necesidad urgente y repentina de ir al baño
  • hinchazón o distensión abdominal

Los síntomas suelen empeorar después de las comidas. Un brote puede durar varios días y luego los síntomas mejoran o se resuelven por completo.

Los signos y síntomas varían de una persona a otra. A menudo se parecen a los síntomas de otras enfermedades y afecciones y también pueden afectar diferentes partes del cuerpo.

Estos pueden incluir:

  • micción frecuente
  • halitosis o mal aliento
  • dolor de cabeza
  • dolor articular o muscular
  • fatiga persistente
  • en las mujeres, sexo doloroso o dispareunia
  • menstruaciones irregulares

También pueden ocurrir ansiedad y depresión, a menudo debido a la incomodidad y la vergüenza que pueden acompañar a la afección.

Dieta

Los factores dietéticos pueden desempeñar un papel en el desencadenamiento de los síntomas del SII.

Los síntomas suelen empeorar después de consumir ciertos productos, como chocolate, leche o alcohol. Pueden causar estreñimiento o diarrea.

Algunas frutas, verduras y refrescos pueden provocar hinchazón y malestar. No está claro si una alergia o intolerancia a los alimentos influye.

Los desencadenantes dietéticos comunes de calambres o hinchazón incluyen alimentos que causan flatulencia, como:

  • frijoles
  • apio
  • cebollas
  • zanahorias
  • Pasas
  • plátanos
  • albaricoques
  • ciruelas pasas
  • coles de Bruselas
  • galletas saladas
  • Bagels

Otros alimentos que pueden desencadenar brotes incluyen:

  • productos lácteos
  • chicle sin azúcar
  • algunos dulces
  • productos con cafeína, que pueden deberse a intolerancia al azúcar, sorbitol o cafeína en lugar de IBS

Los pasos dietéticos que pueden ayudar a una persona a reducir el riesgo de un brote incluyen:

  • Manejo de la ingesta de fibra: algunas personas con SII necesitan aumentar su ingesta de fibra, mientras que otras deberían consumir menos. Un nivel equilibrado de fibra en la dieta puede ayudar a promover una digestión saludable.
  • Suplementos probióticos: tomar probióticos puede ayudar a algunas personas. Estas son bacterias beneficiosas que apoyan la salud intestinal. Es posible que una persona no sienta sus efectos de inmediato, por lo que debe tomarlos durante algunas semanas para evaluar su impacto en la salud intestinal durante un período más prolongado.
  • Diario de alimentos: Mantener un registro de alimentos específicos en la dieta y sus efectos físicos ayudará a una persona a identificar los alimentos desencadenantes primarios.

Los cambios en los hábitos alimenticios pueden ayudar a controlar los síntomas. Ninguna dieta para el SII funciona para todas las personas. Por lo tanto, una persona puede necesitar pasar por un proceso de prueba y error para encontrar una dieta consistente y cómoda.

Aquí, obtenga más información sobre los alimentos que las personas con SII deben evitar.

Causas

No está claro qué causa el IBS, pero los expertos creen que los factores microbianos pueden jugar un papel clave.

Los científicos lo han relacionado con la intoxicación alimentaria. De hecho, 1 de cada 9 personas que experimentan intoxicación alimentaria desarrollan SII en una fecha posterior. Parece que los microbios involucrados en la gastroenteritis infecciosa pueden tener un impacto en el sistema inmunológico que conduce a cambios a largo plazo en el intestino.

Otros factores que pueden influir incluyen:

  • dieta
  • factores ambientales, como el estrés
  • Factores genéticos
  • hormonas
  • órganos digestivos con alta sensibilidad al dolor
  • una respuesta inusual a la infección
  • un mal funcionamiento en los músculos que mueven los alimentos a través del cuerpo
  • una incapacidad del sistema nervioso central (SNC) para controlar el sistema digestivo
  • El estado mental y emocional de una persona puede contribuir al desarrollo del SII. Las personas con trastorno de estrés postraumático (PTSD) tienen un mayor riesgo de desarrollar IBS.

No es contagioso y no está relacionado con el cáncer.

Los cambios hormonales pueden empeorar los síntomas. Por ejemplo, los síntomas suelen ser más graves en las mujeres en la época de la menstruación.

Infecciones como la gastroenteritis pueden desencadenar IBS posinfeccioso (PI-IBS).

¿Es curable?

No existe cura para el IBS. Sin embargo, si una persona con SII evita los desencadenantes, hace ajustes en la dieta y sigue los consejos de su médico, puede reducir significativamente el riesgo de brotes y malestar.

Las opciones de tratamiento para el SII tienen como objetivo aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Tratamiento

El tratamiento del SII generalmente implica algunos cambios en la dieta y el estilo de vida, además de aprender a controlar el estrés.

Manejo dietético

Los siguientes pasos pueden ayudar con los síntomas:

Evitar las alternativas al azúcar en algunos chicles, alimentos dietéticos y dulces sin azúcar, ya que pueden causar diarrea.

  • consumir más alimentos a base de avena para reducir los gases o la hinchazón
  • no saltarse comidas
  • comer a la misma hora todos los días
  • comiendo despacio
  • limitar la ingesta de alcohol
  • evitando las bebidas azucaradas y carbonatadas, como las gaseosas
  • limitar la ingesta de ciertas frutas y verduras
  • beber al menos 8 tazas de líquido por día, para la mayoría de las personas

Evitar el gluten también puede reducir el riesgo de brotes. Los productos alimenticios y alternativas sin gluten ahora están ampliamente disponibles.

Obtenga más información sobre el gluten.

Ansiedad y estrés

Lo siguiente puede ayudar a reducir o aliviar los síntomas:

  • técnicas de relajación, incluidos ejercicios o meditación
  • actividades como el Tai Chi o el yoga
  • ejercicio físico regular
  • consejería para el estrés o terapia cognitivo-conductual (TCC)

Medicamentos

Los siguientes medicamentos pueden ayudar con los síntomas del SII:

  • Medicamentos antiespasmódicos: reducen los calambres y el dolor abdominal al relajar los músculos del intestino.
  • Laxantes formadores de masa: pueden ayudar a una persona a aliviar el estreñimiento. La gente debe usarlos con precaución.
  • Medicamentos antimotilidad: pueden reducir los síntomas de la diarrea. Las opciones incluyen loperamida, que ralentiza las contracciones de los músculos intestinales.
  • Antidepresivos tricíclicos (ATC): a menudo ayudan a reducir el dolor y los calambres abdominales.

Los medicamentos específicos para el tratamiento del IBS incluyen:

  • alosetron (Lotronex) para el SII con predominio de diarrea severa en mujeres
  • lubiprostona (Amitiza) para el SII con estreñimiento predominante en mujeres
  • rifaximina, un antibiótico que puede ayudar a reducir la diarrea en personas con SII
  • eluxadolina

Suelen ser la última línea de tratamiento cuando han fallado otras intervenciones terapéuticas o de estilo de vida y los síntomas siguen siendo graves.

Los laxantes están disponibles para comprar sin receta (OTC) o en línea.

La loperamida también está disponible para comprar en línea.

Terapia psicologica

Algunas personas pueden encontrar útil la terapia psicológica para reducir los brotes de IBS y el impacto de los síntomas: Las técnicas incluyen;

  • Hipnoterapia: esto puede ayudar a alterar la forma en que la mente inconsciente responde a los síntomas físicos.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a las personas a desarrollar estrategias para reaccionar de manera diferente a la afección mediante técnicas de relajación y una actitud positiva.

El ejercicio también puede ayudar a reducir los síntomas en algunas personas.

A medida que los expertos aprenden más sobre los posibles vínculos entre el SII y la actividad microbiana, existe la esperanza de que, algún día, haya nuevos tratamientos disponibles que se dirijan a este factor de manera eficaz.

Diagnóstico

Hasta hace poco, no existían pruebas de diagnóstico por imágenes o de laboratorio específicas para respaldar un diagnóstico de SII. Sin embargo, los expertos ahora han desarrollado un análisis de sangre que puede revelar con precisión si una persona tiene SII con diarrea (SII-D) o enfermedad del intestino irritable (EII).

Durante el diagnóstico, un médico intentará descartar afecciones que produzcan síntomas similares a los del SII. También seguirán un procedimiento para categorizar los síntomas.

Hay tres tipos principales de IBS:

  • SII con estreñimiento (SII-C): una persona experimenta dolor de estómago, malestar, hinchazón, evacuaciones intestinales poco frecuentes o tardías, o heces duras o grumosas.
  • SII con diarrea (SII-D): hay dolor de estómago, malestar, necesidad urgente de ir al baño, evacuaciones intestinales muy frecuentes o heces líquidas o blandas.
  • SII con patrón de heces alternos (SII-A): una persona experimenta estreñimiento y diarrea.

Muchas personas experimentan diferentes tipos de IBS a lo largo del tiempo. El médico a menudo puede diagnosticar el SII preguntando acerca de los síntomas, por ejemplo:

  • ¿Ha habido cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento?
  • ¿Hay algún dolor o malestar en el abdomen?
  • ¿Con qué frecuencia una persona se siente hinchada?

Un análisis de sangre puede ayudar a descartar otras posibles afecciones, que incluyen:

  • intolerancia a la lactosa
  • sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado
  • enfermedad celíaca

Si los signos o síntomas específicos sugieren una afección diferente, es posible que se necesiten más pruebas. Éstos incluyen:

  • anemia
  • hinchazón localizada en el recto y el abdomen
  • pérdida de peso inexplicable
  • dolor abdominal por la noche
  • empeoramiento progresivo de los síntomas
  • cantidades significativas de sangre en las heces
  • antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), cáncer colorrectal o enfermedad celíaca

Las personas con antecedentes de cáncer de ovario pueden requerir más pruebas, al igual que las personas mayores de 60 años con hábitos intestinales cambiantes. Esto podría sugerir un riesgo de cáncer de intestino.

Factores de riesgo

Una revisión de 2019 de 38 estudios encontró que las siguientes características y condiciones pueden aumentar el riesgo de SII:

  • gastroenteritis
  • ser un adulto joven o mayor
  • un historial de ansiedad o depresión
  • estrés
  • abusar de la atención médica
  • antecedentes familiares de SII
  • dolor
  • trastornos del sueño

Se están realizando investigaciones sobre el síndrome del intestino irritable para desarrollar mejores medidas preventivas y nuevos tratamientos.

Por ahora, ser consciente de la dieta y el estrés son los mejores pasos para evitar brotes de malestar.

Q:

¿Puedo contraer IBS por comer gluten?

A:

Algunas personas con SII pueden tener alergia o sensibilidad concomitante al gluten. Por lo tanto, pídale a su médico que le haga la misma prueba.

Si es alérgico o sensible al gluten, entonces es una buena idea considerar una dieta libre de gluten.

Saurabh (Seth) Sethi, MD MPH Las respuestas representan las opiniones de nuestros expertos médicos. Todo el contenido es estrictamente informativo y no debe considerarse un consejo médico.

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