13 adultos con parálisis completa se benefician de la cirugía de transferencia nerviosa

Un nuevo estudio muestra los beneficios de la cirugía de transferencia de nervios, a veces en combinación con la cirugía de transferencia de tendón tradicional, para restaurar la función de las extremidades superiores en personas con parálisis completa.

Un equipo de cirujanos con sede en Australia ha restaurado la función de las extremidades superiores en 13 adultos jóvenes que experimentaron una lesión en la médula espinal.

La lesión de la médula espinal (LME) afecta a cerca de 290.000 personas en los Estados Unidos, según estimaciones recientes.

De estos casos de LME, aproximadamente el 12% resulta en parálisis total, que los médicos denominan tetraplejía completa.

Tradicionalmente, las intervenciones quirúrgicas para restaurar la función de las manos y los brazos han implicado una cirugía de transferencia de tendones.

Para realizar este procedimiento, los cirujanos toman músculos sanos y funcionales que tienen un papel menos importante y los reubican, reemplazando los músculos que sufrieron daños como resultado de la lesión.

La transferencia de nervios es una alternativa a la transferencia de tendones. A diferencia de este último, la transferencia de nervios implica reanimar o reinervar el músculo dañado.

Teóricamente, la transferencia nerviosa tiene varias ventajas en comparación con la transferencia tendinosa. Las transferencias de nervios permiten la reanimación de varios músculos a la vez y el tiempo de recuperación después de la cirugía es mucho más corto.

Estudios anteriores e informes de casos han considerado que la práctica de la transferencia nerviosa es "relativamente segura y técnicamente factible".

Ahora, un estudio prospectivo ha examinado los efectos de la cirugía de transferencia nerviosa en 16 adultos jóvenes, haciendo un seguimiento de su progreso hasta 2 años después de la cirugía.

En esta nueva investigación, la primera en su tipo, la Dra. Natasha van Zyl dirigió un equipo de científicos de Austin Health en Melbourne, Australia, quienes analizaron el potencial de combinar "técnicas tradicionales basadas en tendones con transferencias nerviosas" para restaurar "Función de las extremidades superiores".

Los resultados aparecen en la revista La lanceta.

13 adultos pueden realizar actividades diarias

La Dra. Van Zyl y sus colegas reclutaron a 16 adultos con una edad promedio de 27 años que habían experimentado una lesión de la médula espinal en el cuello menos de 18 meses antes del estudio, principalmente como resultado de accidentes de tráfico o lesiones relacionadas con el deporte.

Los investigadores realizaron una o varias transferencias de nervios, a veces combinando transferencias de nervios con transferencias de tendones, para restaurar la "extensión del codo, agarre, pellizco y apertura de la mano" en los participantes.

El Dr. Van Zyl y su equipo utilizaron evaluaciones estándar, como una “prueba del brazo de investigación de acción […], prueba de liberación de prensión […] y medida de independencia de la médula espinal”, para evaluar los resultados de sus intervenciones.

En general, el equipo realizó 59 transferencias de nervios y combinaron transferencias de nervios con transferencias de tendones en 10 de los participantes.

Para evaluar el nivel de independencia de los participantes, los investigadores les pidieron que completaran tareas relacionadas con las actividades diarias de autocuidado, como ir al baño por su cuenta o cepillarse los dientes.

El equipo llevó a cabo estas evaluaciones antes de la cirugía, y tanto a los 12 como a los 24 meses después de la cirugía.

Dos años después de la intervención, la mayoría de los participantes obtuvieron puntajes lo suficientemente altos en las pruebas de fuerza de pellizcar y agarrar para poder realizar la mayoría de las actividades diarias.

Específicamente, 13 de los adultos jóvenes pudieron alimentarse, cepillarse los dientes y el cabello, maquillarse, escribir y usar dispositivos electrónicos como resultado de las intervenciones y la fisioterapia intensiva.

Las transferencias nerviosas fallaron en tres de los participantes, pero los investigadores no registraron ningún efecto adverso grave en relación con la cirugía.

"Transferencia de nervios: una nueva y emocionante opción"

"Para las personas con tetraplejía, la mejora en la función de la mano es el objetivo más importante", dice el Dr. Van Zyl.

“Creemos que la cirugía de transferencia nerviosa ofrece una nueva opción emocionante, que ofrece a las personas con parálisis la posibilidad de recuperar las funciones de los brazos y las manos para realizar las tareas diarias y les da una mayor independencia y la capacidad de participar más fácilmente en la vida familiar y laboral”.

Dra. Natasha van Zyl

“Es más, hemos demostrado que las transferencias de nervios se pueden combinar con éxito con las técnicas tradicionales de transferencia de tendones para maximizar los beneficios”, continúa.

"Cuando [se] restableció el agarre y el pellizco mediante transferencias de nervios en una mano y transferencias de tendones en la otra, los participantes [informaron] sistemáticamente que les gustaban ambas manos por diferentes razones y que no elegirían reconstruirse las dos de la misma manera".

Los investigadores advierten, sin embargo, que la cirugía de transferencia nerviosa tiene sus limitaciones.

Por ejemplo, pueden pasar meses antes de que surja el movimiento y años antes de que la persona logre la fuerza completa en sus músculos. Además, las transferencias de nervios deben ocurrir hasta 12 meses después de la lesión para producir los mejores resultados.

Finalmente, dado que cuatro transferencias nerviosas fallaron en tres participantes, los científicos dicen que se necesita más investigación para minimizar la falla y evaluar qué participantes son los más adecuados para la cirugía de transferencia nerviosa.

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